El ex procurador Ronald Gamarra consideró como ridículas las primeras expresiones de Alberto Fujimori, en el sentido de que la extradición estaba en sus planes de volver al Perú, pronunciadas tras conocer la decisión del gobierno chileno de extraditarlo, y advirtió que ahora le toca al Poder Judicial peruano estar a la altura de las circunstancias.
El abogado alertó a los jueces encargados de resolver la causa a no cometer los mismos errores de otros casos y acumular las causas en dos grandes procesos: por violación a los derechos humanos y por corrupción.
La Corte Suprema debe tomar la decisión de realizar audiencias públicas diarias y continuadas para garantizar la solución del juicio en un plazo prudente de cuatro meses. Y considerar la apertura de una sede judicial en la propia prisión, para que Fujimori no sea trasladado por las calles de Lima cada vez que deba declarar, aconsejó.
En ese sentido, la Base Naval del Callao sería la opción más adecuada, pues ya tiene un tribunal que garantizaría un rápido proceso por el bien del propio procesado, de las víctimas, del Estado y de la sociedad en general.