En artículo de opinión publicado en el diario Correo y que reproducimos a continuación, el empresario, analista y ex ministro de Agricultura, José Chlimper se muestra entusiasmado con el futuro del agro nacional a partir del lanzamiento del Programa de Compensaciones para la Competitividad (PCC) y que brindará incentivos económicos no reembolsables por única vez, a los pequeños y medianos productores agrarios organizados que presenten planes de negocios viables con visión hacia la competitividad.
Correo. Ayer, en el recientemente inaugurado centro de convenciones del Colegio Médico del Perú, en Miraflores (está bellísimo y tiene un auditorio muy moderno con más de 950 butacas), el ministro de Agricultura, Ing. Adolfo De Córdova, lanzó el Programa de Compensaciones para la Competitividad (PCC).
En la sala estábamos dirigentes gremiales de la agroexportación, del café, dirigentes de cooperativas, funcionarios de Devida, ONG, personas que tenemos el interés de mejorar la competitividad del agro en la costa rural marginal (como Lunahuaná, Yauyos o Vinto, sólo en Lima) y en toda la Sierra y Selva, y por supuesto, analistas y periodistas especializados.
El PCC brindará incentivos económicos no reembolsables, por única vez, a los pequeños y medianos productores agrarios organizados que presenten planes de negocios viables en el marco de una visión hacia la competitividad.
Los incentivos se otorgarán para fomentar o mejorar (1) la Asociatividad con hasta 0.5 UIT, (2) la Gestión, como cofinanciamiento de la persona que ocupe el cargo de gerente, con un máximo de 12 UIT en tres años en proporción decreciente, y (3) la adopción de Tecnología, también como cofinanciamiento no reembolsable, con hasta 300 UIT por organización de productores agrarios (OPA) y hasta 4 UIT por productor agrario individual integrante de la OPA.
Con un presupuesto aún no declarado, pero que presumo muy alto, este programa de ser bien administrado, técnicamente, sin banderas políticas- puede ser el catalizador que la agricultura tradicional necesita para enganchar sus corroídos y vetustos vagones a la locomotora de la modernidad, tanto para el mercado interno como para la exportación.
Si esto ocurre en los siguientes 15 meses, el presidente García y su ministro De Córdova pasarán a la historia del agro nacional por haber podido promover y promulgar una difícil Ley de Recursos Hídricos, expedir su aún más difícil reglamento, y generar un programa moderno, el PCC, que al igual que en los demás países de la región, contiene los incentivos y los subsidios cruzados necesarios (rol compensador del Estado, TLC hacia adentro) para modernizar al atrasado agro de nuestro país. Apoyemos todos el PCC y vigilemos su buena implementación; ciertamente es un programa en la dirección correcta.