Victorio Flores, palmicultor de Shambillo, decidió acogerse a la erradicación voluntaria de la hoja coca y hoy se dedica con mucho éxito al cultivo de la palma, que le ha generado no solo seguridad y calidad de vida sino asegurar el futuro de su familia.
El agricultor relató que se inició en el cultivo de palma en 1999 con cinco hectáreas, con el apoyo de las Naciones Unidas y que en la actualidad cuenta con diez hectáreas que instaló gracias a las ganancias que obtuvo de la producción de las cinco primeras.
El precio le genera una rentabilidad que le permite vivir cómodamente, además el mercado está asegurado porque en el mismo Centro Poblado Shambillo está ubicada la planta industrial. Victorio Flores es uno de los 2011 accionistas de la empresa OLPASA.
Los beneficios que ha experimentado en estos años han sido significativos para el ex cocalero. En este tiempo sus ganancias le permitieron además ampliar la frontera de cultivo e incursionar en la producción de cacao, instalando una hectárea inicial que se encuentra actualmente en plena producción.
instalar una hectarea e producto no solo le permitió ampliar la frontera del cultivo, sino también instalar una hectárea de cacao y enviar a su hijo a la universidad.
“El cultivo de palma en los primeros años requiere mucho sacrificio, pero cuando la planta ya está en producción es muy fácil de manejar. Una sola persona puede manejar hasta 5 hectáreas”, aseguró satisfecho por la decisión que tomó hace unos años.
Ahora Victorio Flores no solo ve incrementada su producción y sus ganancias sino que ha accedido a una mejor calidad de vida. Ha podido por ejemplo enviar a su hijo a la universidad, algo que pocos años atrás estaba fuera de sus posibilidades.
«Creo que debemos cambiar para mejor, los agricultores que se dedican al cultivo de la hoja de coca, deben ya cambiar esas costumbre heredadas y atreverse al cambio, sobre todo ahora que no solo hay apoyo y financiamiento sino también mercado. Yo cambié y ahora vivo tranquilo, seguro, con calidad de vida y eso es lo que van a heredar mis hijos, un producto seguro, un futuro».