Agricultores de Monzón visitarán parcelas en Venenillo, Tingo María y Aguaytía

Un grupo de 30 agricultores del valle de Monzón realizarán un recorrido por distintas parcelas de Venenillo, Tingo María y Aguaytía, para observar en el terreno los avances logrados en diferentes zonas en la recuperación de suelos degradados por efecto de los químicos utilizados en el cultivo de coca.

La comitiva partirá mañana jueves 15 hacia Venenillo (distrito de Rupa Rupa, Huánuco) para visitar las experiencias logradas en el proyecto que ejecutó en esa zona la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).

Posteriormente se dirigirán a la Universidad Nacional Agraria de la Selva (UNAS) en Tingo María, en donde observarán parcelas con productos maderables y sistemas agroforestales. Luego, el viernes 16 llegarán a San Alejandro (capital del distrito de Irazola, en Ucayali) para ver parcelas experimentales del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) y concluir su recorrido en el kilómetro 12 de la carretera Federico Basadre, cerca a Pucallpa.

La pasantía forma parte del proyecto “Recuperación de suelos degradados en la cuenca alta del río Monzón” que ejecuta la Municipalidad Provincial de  Huamalíes (Huánuco) con el financiamiento de la Comisión nacional para el desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).

El ingeniero Donato de la Cruz, responsable del proyecto, informó a INFOREGIÓN que actualmente se encuentran en el segundo año de ejecución, habiendo cumplido la meta de instalación de 400 hectáreas prevista para el año 2013. Para el presente año la meta es de 500 hectáreas.

El proyecto consiste en la instalación de plantaciones de guaba mediante el sistema de plantación tresbolillo, lo cual sirve para mejorarla fertilización de  la tierra, generando nitrógeno.

“En dos años y medio ya se podrá sembrar cualquier producto como café, cacao, plátano de altura o frutales”, comentó De la Cruz.

DATO
La inversión total del proyecto es de S/.5´601,912.00 y se ejecutará en cuatro años, favoreciendo a unas dos mil familias del Monzón, las cuales han apostado por los programas de desarrollo alternativo que impulsa Devida en la zona.