La adopción de variedades de papa y tecnologías de manejo generadas por el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) del Ministerio de Agricultura y Riego, ha permitido que agricultores de cuatro comunidades campesinas de las provincias liberteñas Sánchez Carrión y Pataz, incrementen la producción de este cultivo y con ello mejoren los ingresos económicos de sus familias.
Esto ha sido posible con el proyecto “Incorporación de productores a la cadena de valor con las variedades liberadas de papa mejorada y nativa, para mejorar la oferta alimentaria de poblaciones rurales de la zona norte del Perú” ejecutado por el INIA en las comunidades de San Juan y Soledad (Sánchez Carrión) y de Pamparacra y Alacoto (Pataz).
El director de la Estación Experimental Agraria Baños del Inca del INIA, Ing. M.Sc. Héctor Cabrera Hoyos, señaló que en coordinación y apoyo del personal técnico de la Asociación Pataz, pusieron en marcha un plan intensivo para introducir en las comunidades beneficiarias del proyecto las variedades mejoradas de papa INIA 325-Poderosa e INIA 321-Kawsay, que brindan ventajas competitivas en cuanto a rendimiento, resistencia a la rancha y sobre todo por la calidad del tubérculo.
A la par, los investigadores del Programa Nacional de Raíces y Tuberosas del INIA, junto con personal de la Asociación Pataz y del Centro Internacional de la Papa (CIP), realizaron el rescate y conservación de papas nativas de la zona, conocidas como Bretaña y Huevo de Indio, que por sus características tienen oportunidades de mercado.
“En ambos casos, trabajamos en la producción de semilla libre de virus en campos semilleros para ponerla a disposición de los pequeños y medianos productores. Luego procedimos con su multiplicación en campo”, indicó el especialista.
Asimismo, se desarrollaron cursos modulares y campañas de asistencia técnica personalizada que contribuyeron a mejorar las capacidades productivas de los agricultores. “Finalizado el proyecto hemos registrado un incremento del rendimiento en la producción de papa por hectárea, superando el promedio de la zona de intervención en un 20 %”, resaltó el ingeniero Cabrera Hoyos.
Las variedades mejoradas y las tecnologías de manejo transferidas por el INIA también contribuyeron a disminuir los costos de producción, con lo cual los agricultores obtienen una mejor rentabilidad. “Cultivando variedades con resistencia a rancha y aplicando un manejo ecológico el productor no solo reduce el uso de pesticidas, sino también ayuda a preservar el medio ambiente y la salud humana”, destacó el investigador del INIA.
Otro logro del proyecto coordinado con la Asociación Pataz, fue la inscripción de la Asociación de Productores Agropecuarios Nueva Jerusalén y la Asociación de Productores Agropecuarios del Anexo de Pamparacra Distrito de Pías, en el Registro de Productores de Semillas.
En la ejecución del proyecto, el INIA contó en todo el proceso con la colaboración de la Asociación Pataz y se involucró a las municipalidades distritales de Chugay y Pias.