Un artículo publicado en un diario Correo de Ucayali advierte sobre el peligro que representa el narcotráfico para el medio ambiente y la importancia de los bosques para combatir los efectos del cambio climático. También señala que regular los cultivos de hoja de coca y detener las actividades del narcotráfico constituyen una labor fundamental para conservar el medio ambiente.
A continuación el artículo publicado en el diario ucayalino.
El narcotráfico deforesta nuestros bosques y contamina nuestros ríos. Cuidar nuestros bosques es protegernos contra los efectos del cambio climático. La Amazonía con sus 70 millones de hectáreas de bosques está siendo seriamente afectada. Siete millones de hectáreas están perdiendo grandes extensiones de bosques, y a ello contribuyen la migración, la tala de árboles y los cultivos ilegales de hoja de coca.
En 12 regiones del país se produce hoja de coca y Ucayali no es ajena. La producción de hoja de coca es ilegal y aproximadamente el 93% va a los laboratorios del narcotráfico, sólo un 7% es utilizado para fines curativos y chacchado.
En el 2008, el cultivo del plátano fue desplazado por el de la hoja de coca ilegal en la provincia de Padre Abad (Ucayali). La producción de hoja de coca va en creciente y termina en el narcotráfico que envía ingentes cantidades de droga hacia el Brasil.
Los especialistas advierten que los bosques son la piedra angular para el problema del cambio climático. La amazonía tiene las dos quintas partes de agua dulce del planeta, pero el narcotráfico hace gran daño al medio ambiente. Regular los cultivos de hoja de coca y detener al narcotráfico también constituye una labor fundamental para conservar el medio ambiente.
Recientemente, el gerente de medio ambiente de DEVIDA, Lucio Batallanos, trató esta problemática y resaltó la necesidad de preservar nuestra biodiversidad. Para este objetivo, afirmó que los maestros cumplen una labor fundamental al transmitir a sus alumnos la importancia del cuidado del medio ambiente.
Al referirse al tema, el funcionario no dudó en repetir la testaruda frase que «sin educación no hay progreso». Lo cierto es que cuidar el medio ambiente y detener los efectos del cambio climático es un trabajo articulado que se debe desarrollar inmediatamente, antes de que sea demasiado tarde, y la destrucción del planeta sea imparable.
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