“Al día siguiente vemos una humareda en el cielo porque las personas queman muñecos y aprovechan también para incinerar un mueble u otros objetos en desuso, generando sustancias dañinas para el ser humano”, afirmó el funcionario.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las dioxinas tienen una elevada toxicidad y pueden provocar problemas de reproducción y desarrollo; así como afectar el sistema inmunológico, interferir con las hormonas y generar cáncer.
En ese sentido, Millet pidió a los ciudadanos desterrar de las costumbres de Año Nuevo la quema de muñecos, más aún si estos contienen productos plásticos o son incinerados sobre llantas y muebles.
“Nos encontramos frente a un asunto cultural porque las personas se han acostumbrado a quemar algo para despedir el año, pero eso tiene un impacto negativo fuerte para el ambiente”, añadió el gerente municipal.
Tras recordar que la quema de residuos es sancionada con multas económicas por la Municipalidad de Lima, Millet comentó que trabajadores de esta comuna recogerán los restos de los muñecos que se incineren en el Cercado de Lima para reducir su impacto en el ambiente.
“Procedemos a mojarlos totalmente para neutralizarlos y luego los retiramos porque no podemos trasladar restos que aún estén encendidos, pues podría generar un accidente en el vehículo”, puntualizó.
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