El economista Denis Pereyra llamó la atención sobre las vulnerabilidades del Alto Huallaga en cuanto a la posibilidad de sufrir desastres, señalando que en los últimos 14 años se ha incrementado los reportes de emergencias en la región.
Ha pasado de 300 en 2005 a 1877 en el 2008, lo que signfica un crecimiento de más del 850 por ciento en cuanto a la ocurrencia de desastres, lo que presenta un panorama muy complicado para la región, alertó.
Tingo María, por ejemplo, siempre es afectada por las lluvias torrenciales que a su vez ocasionan la caída de huaycos, desbordes de ríos e inundaciones en zonas urbanas que dañan la vida y la propiedad.
«Los peligros que más se ha desarrollado en nuesto país son las lluvias intensas en un promedio del 28.8%, seguido de las inundaciones con el 23.8% y la helada, con 15.1%, los deslizamientos con 7.7% y los sismos con 6.2%», agregó el experto, quen agregó que como sexta amenaza figuran los huaycos.
Compromiso de todos
Estas cifras son fruto de un profundo estudio realizado por el economista, y que está orientado a llamar la atención de las autoridades y de la propia población para que se organicen preparando y llevando adelante planes y estrategias de prevención de largo aliento, interiorizando estos aspectos a todo nivel.
«Debemos esar preparados para afrontar este tipo de peligros naturales, la respuesta va a depender mucho de la capacidad de acción de la población, y principalmente de sus actividades», reflexionó.
El ejemplo de Haití no debería repetirse en América Latina. Es un ejemplo lamentable de los profundos daños que puede generar un desastre en una sociedad mal organizada y menos aún preparada ante los desastres.
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