Para Lizardo Cauper, presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), el Acuerdo de Escazú puede ser la oportunidad para que poblaciones vulnerables, como pueblos indígenas y defensores del ambiente, accedan a la justicia ambiental y participen en la toma de decisiones públicas ambientales, pues constantemente son criminalizados e incluso arriesgan sus vidas por defender sus territorios y el ambiente.
“[El Acuerdo] es importante para escuchar la voz de los afectados por defender los derechos colectivos”, sobre todo para acceder a información crucial sobre proyectos extractivos y de infraestructura que cada vez aumentan en la Amazonía, consideró.
Asimismo, saludó a los países que firmaron el Acuerdo e invocó a quienes aún no lo han hecho, suscribirlo. “Queremos que este Acuerdo sea implementado en Perú, en toda la cuenca amazónica y en el Caribe”. Agregó que desde AIDESEP se exigirá al Congreso peruano su ratificación.
El tiempo del Ambiente ha llegado
“No hay ejército que detenga un proceso cuando su tiempo ha llegado y el tiempo de la sociedad, de la ciudadanía, del público, del ambiente ha llegado”, señaló Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en referencia a la histórica firma del primer tratado ambiental de Naciones Unidas para América Latina y Caribe. Tras la firma de Paraguay, la cifra de países asciende a 15.
El Acuerdo de Escazú es un paso importante para la igualdad con sostenibilidad ambiental y la agenda de derechos humanos, agregó. Bárcena reconoció el trabajo de sociedad civil (el Público) en el proceso, “sin el Público el Acuerdo no llegaba a ninguna parte, esa es la realidad”.
Aída Gamboa, especialista de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR), precisó que tanto la participación de sociedad civil en las negociaciones, como en la promoción de las firmas, es parte del esfuerzo y el compromiso de diversas organizaciones por la democracia ambiental en la región. “Quizás nosotros, DAR, fuimos nuevos en involucrarnos, pero fue el trabajo en conjunto de las organizaciones aliadas, lo que nos impulsó a unirnos”.
Esto, además como parte del compromiso por la protección de los defensores ambientales y de las poblaciones vulnerables, como los pueblos indígenas de la Amazonía, los mayores protectores del bosque. Es por ello que se impulsó la incorporación de estos componentes en el Acuerdo para reducir los conflictos socio-ambientales que asolan la región y lograr el camino para una verdadera y equitativa gobernanza ambiental, se informó a INFOREGIÓN.