Flavio Mirella, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd) afirmó que la expansión de las áreas de cultivos de hoja de coca en Perú sí se ha visto atenuada por los programas de Desarrollo Alternativo que ejecuta el Gobierno como parte de su estrategia antidroga.
De esta manera, el funcionario destacó los esfuerzos de las autoridades políticas y policiales diseñadas en la estrategia del Plan Nacional Antidrogas 2012-2016.
El Gobierno ha logrado aplicar una estrategia multisectorial que ha permitido revertir la tendencia del crecimiento de los cultivos en algunas zonas del país, afirmó, agregando que esto ha sido posible “gracias a los esfuerzos del Estado para fortalecer las instituciones, así como las operaciones de control. También se ha fortalecido el enfoque de desarrollo alternativo, sosteniéndolo en el tiempo”, según dijo.
Para el caso específico del Alto Huallaga (San Martín) manifestó que “por segundo año consecutivo vemos una situación en la que ya no es la primera cuenca de producción de coca, sino que está en tercer lugar después de los valles de La Convención y Lares (Cusco)”, detalló.
Por otro lado, opinó que los programas de cultivos alternativos crean una economía diversificada que facilita no sólo la reconversión de una economía basada en productos ilícitos, sino que integra a más agricultores en una actividad lícita que tiene gran demanda en el mercado interno y externo.