Abraham Chahuán: “Negarse a la minería es negarle un futuro al Perú”

El gerente general de Antamina está cansado de callar. No le gusta dar nombres propios –ni asignar papeles de víctimas y victimarios– pero es evidente que le impacienta ser testigo de esta suerte de parálisis de la minería como resultado de los conflictos sociales, cuyo número crece cada día más.

Su larga experiencia le dice que nunca antes el sector fue tan vigilado y regulado, y que las exigencias a las empresas son tan estrictas que es imposible que alguna se salte las normas y haga lo que quiera, como muchos creen. Lo que le apena es que la mayoría vaya a pagar, en el futuro, el precio de las acusaciones de un grupo y que la actividad minera no se convierta en “la llave para salir del subdesarrollo”. He aquí las reflexiones de Abraham Chahuán.

-¿Realmente hay futuro para la minería en el Perú?
El Perú tiene un potencial tremendo que nos puede sacar definitivamente del subdesarrollo. Existen muchos proyectos como Antamina –y del tamaño de Antamina– que pueden generar recursos para el país e insertarlo en un modelo de crecimiento que no sería una novedad, pues ha demostrado su éxito en Australia y Canadá. Allí todos los fondos generados por la actividad minera han ido alcanzando a otros sectores. Eso es lo que estamos haciendo en el Perú y hay que continuar.

-Pese a los avances técnicos, ¿sigue siendo tan contaminante la minería, como se dice?
Hoy la tecnología es amigable con el medio ambiente. Muchas de las opiniones que se difunden no son técnicas y están alejadas de la realidad. Yo viajo constantemente y veo los billones de metros cúbicos de agua que se van al mar. Tenemos un proceso de calentamiento global irreversible y las represas para el país siempre han sido los nevados. Los nevados van a dejar de tener glaciares. Entonces, hay un reclamo por agua cuando lo que tenemos que hacer es trabajar juntos y construir represas en las zonas altas. No va a dejar de llover por el calentamiento global. Va a llover más, pero por periodo de tiempos y luego no vamos a tener agua. Debemos mirar al futuro.

-¿Dónde nacen, entonces, estas acusaciones?
La falta de conocimiento de ciertos temas y, por supuesto, la politización de ciertas personas hacen que se pierda el foco de lo que está sucediendo. Mucha gente que no está en la trinchera –y yo te hablo desde la trinchera– emite opiniones técnicas sin el conocimiento adecuado. Eso es algo que tenemos que revertir. Debemos trabajar por el diálogo con todos los sectores y ver la manera de solucionar los problemas.

-¿Usted ve viable una salida a los conflictos sociales en el corto plazo?
Claro que sí. Lo que hay que hacer es evitar posiciones extremas no técnicas. ¡Se dice cada cosa! Se menosprecia estudios, se menosprecia a la ingeniería y se menosprecia a la tecnología. No quiero abordar ningún caso en especial: estoy hablando de mi país. Pero creo que tenemos que escuchar más a los técnicos que tenemos y buscar soluciones que no son solo salidas para una crisis, sino para el país hacia el futuro.

-¿Cuál es el rol que debe cumplir la minería?
La minería es la llave para salir del subdesarrollo. Tenemos los yacimientos y a las grandes compañías interesadas en invertir en el Perú. Antes nadie quería venir acá ni poner un dólar. Ahora hay mucho interés y gente capacitada en el país para liderar proyectos que nos beneficiarán con impuestos. Yo me pregunto: ¿qué proyecto que no sea minero es rentable a cuatro mil metros de altura? Ninguno.

-Pero allí es justamente donde más oposición tiene la minería….
¿Entonces la alternativa es dejar a nuestros compatriotas que viven en el ande en la pobreza en la que viven desde hace cientos de años? La clásica es: “contaminas”. En Antamina tenemos la tecnología de operaciones más moderna del mundo y estamos orgullosos de ello. Si alguien nos dice: “Contaminas”, que lo pruebe. Nos audita el Estado y varias instituciones. Pero si hay dudas, igual estamos dispuestos a que venga un externo y nos audite también. El problema está cuando llegas a ese punto y la respuesta sigue: “No, contaminas igual”. Tenemos que aprender a respetar el estatus técnico y a ser realmente objetivos.

-¿Qué pasaría si esa posición se impone?
Él no podría estar grabando si no existiera la minería. Su cámara tiene componentes metálicos. Tú, en tu vida diaria, no podrías tomar un bus ni el Metropolitano. Si tenemos esta ventaja competitiva que Dios nos ha dado y que es una riqueza mineral que va del norte al sur, solo debemos buscar las inversiones apropiadas, con la tecnología apropiada, la exigencia ambiental apropiada y la contribución social apropiada. Negarse a la minería es negarle un futuro al Perú. Porque la minería es el principal contribuyente: la columna vertebral del crecimiento del país.

-Existe la idea generalizada de que el Gobierno se las pone fácil a las mineras. ¿Qué nivel de rigurosidad tienen los procesos?
Los procesos –tanto los estudios de impacto ambiental como los permisos– son realmente exhaustivos. Puedo dar fe de que son de los más rigurosos del mundo. Quien expresa eso es porque no lo sabe. Si a ti te aprueban un Estudio de Impacto Ambiental es porque has pasado todas las pruebas necesarias para la inversión e instalación de un proyecto. Por supuesto, siempre hay cosas por mejorar. Nada es perfecto. Pero que se diga que es una situación fácil es totalmente falso. Eso es desinformación utilizada con otro fin que no es el crecimiento del país. (David Reyes/Cortesía Gestión)

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