Unas pocas decenas de terroristas de Sendero Luminoso, pertrechados con las armas que les han robado a las Fuerzas Armadas y la Policía, pueden causar gravísimo daño al país atacando el ducto que transporta el gas de Camisea y sumiendo al país en una crisis sin precedentes.
Lo peor de todo es que hasta ahora el gobierno sigue perdido, sin atinar a una respuesta adecuada. El presidente pide más leyes, como si lo que impidiera la destrucción de las columnas de “Gabriel”, “Alipio” y “José” fuera un problema de normas, y no de incompetencia y corrupción.
El Premier afirma que la serísima amenaza a la economía del país es una novela inventada quién sabe por quién (aunque después se rectificó). Y en el colmo de la cobardía y la irresponsabilidad, se dedican a echarle la culpa a las empresas, como si un problema de seguridad nacional fuera un asunto de los privados y no del Estado.
Escalada
El ataque al aeropuerto de Kiteni y la destrucción de tres helicópteros que prestaban servicio de mantenimiento al ducto es un paso significativo en la escalada terrorista en La Convención, que empezó en abril con el secuestro de una treintena de trabajadores y continuó, tal como lo reveló La República, con una amenaza directa a los helicópteros el 6 de junio en Pomoreni, donde el cabecilla militar de la horda senderista del Vrae, “Alipio”, posó para las cámaras.
Ellos vienen pidiendo cupos millonarios a la empresa transportadora de gas, demandas que al parecer no han sido atendidas. La destrucción de los helicópteros es una amenaza clara y directa. El próximo objetivo podría ser el ducto o alguna válvula.
Por lo pronto, los terroristas han logrado paralizar los trabajos de ampliación de la capacidad del ducto para transportar gas, que es indispensable para poder satisfacer las crecientes necesidades energéticas del país. Así, aunque en el futuro no suceda nada, a partir del próximo año el Perú tendrá dificultades.
El único liberado
La pandilla que comanda “José”, el mayor de los hermanos Quispe Palomino –los otros son “Raúl” y “Gabriel”–, está en el Vrae desde los años 80 y no tiene nada que ver con el cuento de “terroristas liberados” con que se pretende engañar a la opinión pública.
El único que fue capturado es “Raúl”, que negoció con el enviado de Vladimiro Montesinos, el general Adolfo Fournier, y condujo a los militares a una trampa el 2 de octubre de 1999 que culminó con el asesinato de cuatro oficiales del Ejército –nunca antes ni después han muerto tantos oficiales EP en una acción terrorista–, un número indeterminado de soldados y la destrucción de un helicóptero. El único oficial que salió indemne fue Fournier.
“Raúl” escapó y sigue cometiendo crímenes desde esa fecha.
Incompetencia y corrupción
El Vrae está bajo control de las Fuerzas Armadas desde 2006. Los militares han recibido cientos de millones de soles adicionales a su presupuesto solamente para operar en esa zona. El problema no es de recursos.
Desde 2008 aplicaron una absurda estrategia consistente en poner bases militares por todo el Vrae, como si el problema fuera de control territorial. Las bases solo han servido para que los terroristas hagan tiro al blanco con ellas, embosquen a las patrullas que salen o llegan, y ataquen a los helicópteros que las abastecen. No han podido controlar nada y desde diciembre pasado, algunas han empezado a ser silenciosamente retiradas.
La única victoria en seis años ha sido cuando la Policía abatió en Llochegua el 5 de setiembre a “William”, cabecilla de una columna senderista que operaba en Junín. Se usó el mismo sistema empleado por la Policía en el Alto Huallaga para desarticular a la banda de “Artemio” entre 2006 y 2012, inteligencia y golpes de mano. (Ver esta columna 9.9.12)
Así, se demostró en los hechos que era falsa la tesis de los militares que sostienen que el Vrae es completamente distinto del Alto Huallaga y que no se puede aplicar la misma estrategia.
¿Por qué no se ha seguido en ese camino? Habría que preguntarle a Ollanta Humala que, según su esposa, se desvela dirigiendo las operaciones en el Vrae.
Se les puede derrotar
Se puede acabar con la horda senderista del Vrae como se eliminó a la del Alto Huallaga. Solo la incompetencia y la corrupción impiden seguir la estrategia adecuada y centrarse en objetivos precisos.
Entre tanto, la amenaza de un reducido grupo de terroristas tiene en vilo al país y puede poner en jaque el crecimiento económico.
Se fue Toño Cisneros, extraordinario poeta y mejor ser humano. Condolencias a la Negra, a sus hijos, a sus familiares.
Los comentarios están cerrados.