La República. Desde que el 30 de agosto de 2008 se inició la “Operación Excelencia 777” en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) con el propósito de destruir al grupo de Sendero Luminoso dirigido por el camarada “José”, las Fuerzas Armadas perdieron 51 hombres. Sin embargo, no se han reportado ni bajas ni detenciones de dirigentes terroristas. Pero el jefe del Comando Especial del VRAE, general de división EP Víctor Montes Barrios, considera que la situación ha cambiado considerablemente.
“No solo porque en lo que va del año no hemos perdido a ningún hombre sino también porque Sendero ya no cuenta con zonas liberadas ni con poblaciones cautivas. Antes vivían como si fueran un pueblo normal, con escuelas, chacras, realizando faenas comunales y teniendo a ‘José’ como su ‘presidente’, pero eso ya no existe”, explicó el general Montes, con quien esta reportera recorrió las principales bases contraterroristas de la zona de Vizcatán, lo que antes era una plaza fuerte del senderismo:
“Ahora están diseminados y fraccionados. Los tenemos encapsulados, hemos contenido su crecimiento. En esto radica el éxito de nuestras operaciones. Puede parecer un logro intangible, pero es un gran logro que nadie resalta”.
Una guerra irregular
El general Montes asumió funciones en enero de este año. Le corresponderá liderar operaciones en un periodo en el que la demanda de resultados se sentirá con mucha más fuerza debido al cambio de gobierno. Pero a diferencia de sus antecesores, tendrá la ventaja de contar con mejor equipamiento bélico.
De acuerdo con el jefe del Comando Especial del VRAE, los senderistas de la zona llevan ventaja porque habitan el lugar durante mucho tiempo, mientras que los efectivos militares no dominan todavía completamente el territorio.
“La ventaja de los terroristas es que tienen más experiencia de guerra. Llevan 30 años en la zona y saben hacer la guerra. Son nativos que han crecido en un terreno agreste andando todo el día bajo el temor del ataque de las Fuerzas Armadas y la misma supervivencia e instinto de conservación los ha llevado a desarrollar su ingenio y a aplicar nuevas técnicas de combate”, relató el general Montes. “En cambio, nosotros hoy estamos aquí y luego nos vamos a realizar otras tareas, y cuando volvemos, tenemos que readaptarnos”.
“Imagínese que, para evitar en lo posible las ondas expansivas de nuestros ataques, los senderistas han construido una especie de trincheras angostas bajo tierra donde se ubican de pie, apoyan su fusil en un trípode que fabrican con madera y ahí se quedan por horas a esperar el momento oportuno para atacarnos”, precisó el general Víctor Montes Barrios.
Respecto a la organización terrorista enquistada en el VRAE, el jefe del Comando Especial, considera que no ha variado en cuanto estructura. Sigue en la cúpula Víctor Quispe Palomino, “José”; seguido por Orlando Borda Casafranca, camarada “Alipio”, responsable militar. A continuación está el camarada “Martín”.
Según el alto jefe militar del VRAE, las condiciones están dadas para que las Fuerzas Armadas ingresen a una nueva etapa en el conflicto. “Tenemos un plan estratégico que incluye la etapa de preparación, intervención, consolidación y de regreso a la normalidad. Estamos concluyendo la etapa de preparación e ingresando a la etapa de intervención. Es un plan flexible, sin plazos ni fechas. Esta es una operación irregular y asimétrica. Sería muy iluso decir que esto se acaba en tres o cuatro años más”, concluyó el general Montes.
Claves
Aquejado. Por información de inteligencia, el Alto Mando del Comando Especial del Vrae ha recibido datos de que el llamado camarada “José” sufriría una enfermedad que lo obligaría a buscar tratamiento especializado fuera del teatro de guerra.
Síntomas. En las incursiones militares en los campamentos de “José” se ha encontrado restos de medicinas para males de la próstata. También para la curación de infecciones.
El camarada ‘José’ fue ubicado en Pangoa En el 2010, el Comando Especial del VRAE ubicó el refugio del cabecilla senderista “José” y se organizó un plan para apresarlo, pero se presentó un problema imprevisto.
”Estaba escondido en el centro de Pangoa y estábamos listos para capturarlo. Solo era cuestión de esperar el momento preciso para la intervención”, dijo el general EP Víctor Montes. “Desafortunadamente el mal tiempo y las lluvias impidieron la ejecución del plan”, argument.
“Fue el factor climatológico lo que no permitió que nuestros helicópteros volaran por varios días. Cuando se arregló el tiempo, ‘José’ ya había cambiado de ubicación y perdimos la oportunidad de intervenirlo. Sin embargo, estoy seguro de que encontraremos una nueva oportunidad para sorprenderlo, de día o de noche”.