Comunidad Andina lanza proyecto para enfrentar el retroceso acelerado de glaciares andinos

La Comunidad Andina lanzó un proyecto que apoyará durante los próximos cuatro años los primeros esfuerzos de los países andinos para adaptarse al impacto del retroceso acelerado de los glaciares en los Andes y en sus cuencas de Bolivia, Ecuador y Perú.


 


Este esfuerzo es posible gracias a los 10 millones de dólares provenientes del Banco Mundial y 22 millones de dólares de contrapartidas nacionales. El proyecto prevé aplicar medidas de adaptación piloto en cuencas seleccionadas y sectores altamente vulnerables a los efectos del retroceso glaciar.


 


Así, se piensa actuar en las cuencas asociadas al nevado Antisana del Ecuador, las cuencas de La Paz y El Alto asociadas a la Cordillera Real de Bolivia y las cuencas del río Shulcas-Mantaro, nevado Huaytapallana, cuenca del río Vilcanota-Urubamba y Nevado Salkantay.


 


También comprende el monitoreo del retroceso glaciar en la región andina, consistente en la instalación y operación de una red de monitoreo de glaciares que se efectuará con una donación japonesa y que involucra a los cuatro países de la CAN.


 


El lanzamiento se hizo anoche, en el marco de la inauguración del Taller Cambio Climático y Recursos Hídricos realizado en la sede del organismo andino en Lima, evento al que asistieron el ministro de Ambiente, Antonio Brack; el Secretario General de la Comunidad Andina, Freddy Ehlers; y el representante del Banco Mundial, Walter Vergara, entre otros representantes y autoridades.


 


Brack aprovechó para advertir que los ríos de la Amazonía peruana tienen en este momento un déficit hídrico por cuarto año consecutivo y se han talado 10 millones de hectáreas de bosques amazónicos, de los cuales ocho millones están abandonadas e improductivas, por lo que pidió la acción conjunta de varios sectores.


 


Por su parte, Freddy Ehlers reconoció la urgencia de avanzar con los compromisos nacionales y regionales para enfrentar el problema que estamos atravesando que, según el último informe de los científicos de las Naciones Unidas, es peor de lo que se había pensado anteriormente, a pesar de Kyoto y de todos los esfuerzos hechos.