El bloqueo de la carretera Quinua – San Francisco por el desprendimiento de piedras y rocas debido a las intensas lluvias que caen en la zona, está ocasionado cuantiosas pérdidas económicas en los pobladores del valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, sobre todo en el sector comercial y productivo al no poderse transportar las frutas, cacao y café que se produce en la zona.
“Se ha desprendido la plataforma de la carretera en dos lugares cerca a Ccano, adicionalmente grandes rocas han bloqueado la vía y poco o nada pueden hacer las maquinarias pesadas que se han trasladado hacia la zona y será necesaria la utilización de explosivos”, señaló Fredy Moisés Quispe, transportista de la Convención en el VRAE.
Transbordos arriesgados
En el programa Diálogo Ciudadano de INFOREGIÓN, que se transmite desde San Francisco hacia todo el VRAE, el transportista alertó que este problema se podría prolongar hasta por cuatro días más.
Ante ello, relató que muchos pasajeros se han visto en la obligación de realizar transbordos, que los obliga a caminar, durante aproximadamente una hora, por rutas totalmente agrestes en las que arriesgan sus vidas.
Sin embargo, quienes se perjudican más son las personas dedicadas a la comercialización de productos como frutas, cacao, café entre otros, a quienes les resulta imposible realizar un transbordo.
“Hay muchos vehículos de carga pesada que se mantienen varados en la vía. Muchos de ellos llevan frutas, verduras, pollos y otros animales menores. Ellos realmente la están pasando muy mal. Esto podría provocar un desabastecimiento de los productos de primera necesidad”, señaló el transportista Jorge Mendoza.
Rutas alternas
Frente a este problema los choferes se las han ingeniado para habilitar algunas vías alternas que van desde el distrito cuzqueño de Kimbiri – pasa por el centro poblado de San Antonio (distrito ayacuchano de Anco) – distrito de San Miguel – distrito de Tambo hasta llegar hacia a Ayacucho.
Sin embargo, los pasajes se han incrementado hasta los 60 nuevos soles debido a que se los vehículos demoran once horas en llegar a su destino.