Alarmante resulta el desmedido incremento de la compra de cemento en la región Ayacucho, que en los últimos años ha crecido en ocho veces más, cuando en todo el país, el aumento fue apenas de tres, advirtió el economista Dennis Pereyra.
En el noticiero INFOREGIÓN Noticias, transmitido por radio Atlantis en Huamanga, Pereyra dijo que se trata de un incremento atípico que preocupa, porque este incremento estaría relacionado con el incremento de producción de hoja de coca registrado en la región y por ende a elaboración de Pasta Básica de Cocaína (PBC), que no sólo estaría en las provincias de influencia cocalera (La Mar y Huanta), sino en toda la región.
“Este es un comportamiento atípico de venta de cemento, el comportamiento de este importante producto a nivel nacional se muestra de forma diferente, en diez años todo el país ha triplicado su consumo pero en Ayacucho ha sobrepasado hasta en ocho veces la compra de este producto”, insistió Pereyra.
De acuerdo al estudio realizado por Pereyra Díaz, en el 2009 Ayacucho compró 162 mil 386 toneladas de cemento a comparación de lo que fue en el 2008 de 112 mil 389 toneladas y ni que decir del 2001 que solamente alcanzó 17 mil 813 toneladas métricas vendidas.
Pereyra insistió que el área de construcción es una de las formas más seguras a las que accede la red del narcotráfico para hacer el blanqueado de dinero y poder activar el dólar ilegal que llega a la región.
“Las nuevas construcciones de hoteles y casas que muestran signos de riqueza son parte de una actuación ilegal que toma el narcotráfico”, sentenció.
No se hace nada
El economista también criticó la poca resistencia que se pone ante este eslabón de la cadena del narcotráfico, que es el lavado y blanqueo de dólares ilegales, puesto que la estrategia de lucha contra las drogas no prioriza este tipo de actividad en la economía nacional y menos en las regionales.
“Las grandes utilidades que genera el narcotráfico se van de las zonas donde se produce hoja de coca, se sabe que solamente el 1% se queda con los agricultores dedicados a la elaboración de hoja de coca, mientras que el 99% se va en toda la cadena, básicamente en las provincias que tienen la influencia cocalera y también en las que son paso de la salida de la droga”, finalizó Pereyra.
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