Esta vez, el blanco fue el organismo de control. El presidente Alan García demandó hoy a los funcionarios de la Contraloría General de la República que no le impidan la rápida distribución de donativos y ayuda humanitaria a los damnificados del terremoto del pasado miércoles 15.
El Jefe de Estado detalló que ‘burócratas’ de Lima están obstaculizando la distribución de alimentos y ropa que realiza el Municipio Provincial de Pisco exigiéndole que se consigne identificaciones y documentos de los beneficiarios “que no son exigibles en este momento de dolor y de emergencia».
Indicó que en Pisco se encuentran cerca de 40 funcionarios de la Contraloría que impiden la rápida y eficiente distribución de ayuda y criticó que se viva sospechando de todo en una emergencia
«Hay que ser torpe, bruto, para creer que el alcalde va a entregar a sus favoritos bolsas de arroz o latas de comida, postergando a la población», expresó, al tiempo que demandó que hechos como éste no se repitan “porque puede traer una reacción del pueblo en contra de las personas que obstaculizan el trabajo de distribución».