Los últimos actos de violencia en el Huallaga son responsabilidad del lìder senderista en la zona, «Artemio» y del narcotráfico, señaló el especialista en temas de narcotráfico y seguridad nacional Rubén Vargas, en relación al asesinato del ex dirigente cocalero Segundo Núñez Terán, ocurrido el martes último.
En el noticiero La Página del Aire, una coproducción de INFOREGIÓN que se transmite en las radios Ribereña y Rumba en Tingo María y Stereo Mix en Aucayacu, recordó que la violencia que hay en el Alto Huallaga ya es endémica, que está presente desde hace más de tres décadas y vino de la mano y se mantiene por el narcotráfico y por la presencia de Sendero Luminoso.
“Mientras exista en el Huallaga la presencia de estos dos actores fácticos, la violencia va a continuar y vamos a seguir lamentando la muerte de inocentes e indefensos campesinos y autoridades y toda la violencia que se genera a partir del narcotráfico y de Sendero Luminoso”, señaló el especialista.
Vargas Céspedes señaló que la única forma de liberarse de esta violencia es adoptar una decisión política y enfrentarla de manera decidida, y en ese sentido se refirió al caso de Colombia, donde gracias a una decisión política del gobierno y la sociedad, hoy se ha reducido drásticamente la violencia.
“En Colombia se ha reducido la violencia gracias al compromiso entre el gobierno, la clase política y las instituciones que tienen que ver con la seguridad pública” apuntó.
Precisó en cambio que en Perú las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional tienen una deuda con el país y están dejando que estas manifestaciones terroristas se presenten nuevamente y con impunidad.
«Si hubiese la decisión política del gobierno y del sector Interior de poner orden sin lugar a duda los resultados serían otros» indicó.
Vargas reclamó además un control político, un control de la autoridad civil más decidido frente a la actuación no solo de la Policía sino también de las Fuerzas Armadas en este tema, y recordó que esta carencia ha hecho que prácticamente los senderistas se hayan adueñado del VRAE, justamente donde operan las Fuerzas Armadas.
“Más allá de las estrategias operativas, bien o mal montadas, hay una tremenda responsabilidad del gobierno que no sabe controlar este sector para tener resultados concretos que nos permitan finalmente desterrar y erradicar estos grupos de narcotraficantes y terroristas que están generando la violencia” señaló.
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