Espacio Compartido. Un reportaje en La República muestra que un comandante del Ejército, acusado de traficar armas y municiones robadas para venderlas luego a las FARC de Colombia, es protegido por los altos mandos de su institución. (Doris Aguirre, “Comandante EP implicado en red que traficaba armamento para las FARC”, 14.11.10, http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20101114/14/pagina/15).
Desde hace años se sabe que municiones y armas que se roban en las Fuerzas Armadas y la Policía se venden, a través de Ecuador, al grupo terrorista de Colombia, FARC. Esto ha suscitado en varias ocasiones muy discretas protestas del gobierno colombiano.
En diciembre del año pasado, una operación policial en Lima, Chiclayo, Tarapoto y Tumbes, llevó a la detención del ecuatoriano Freddy Torres y varios miembros de la Fuerza Aérea, la Policía Nacional y del Ejército que vendían material robado a Torres que a su vez lo negociaba con las FARC. Los del Ejército trabajaban en la base de Bellavista, Tarapoto, jefaturada por el comandante Isaud Zamora.
Zamora usaba una camioneta 4×4 para transportar el material robado al Ejército, según la investigación policial. La camioneta se guardaba en el cuartel Bellavista. Zamora compró el SOAT para el vehículo, que tenía placas y tarjeta de propiedad falsas. Probablemente fue robado en Ecuador e introducido de contrabando en el Perú.
Según un sub oficial que participaba en el tráfico de armas, quién entregó la camioneta es Gilmer Arrascue, otro traficante que se encuentra prófugo.
Lo interesante del caso es que los altos mandos del Ejército protegen a Zamora, que desde hace casi un año es citado por la fiscalía pero simplemente no asiste a los requerimientos. Es más, Zamora trabaja ahora en el Cuartel General del Ejército.
El general EP Gualberto Zevallos Rodríguez, jefe en Tarapoto, dice que no sabía nada y que las armas y municiones robadas no salían de sus cuarteles.
En síntesis, como siempre, algunos sub oficiales presos y los oficiales evidentemente implicados, libres y protegidos por los altos mandos.