El Comercio. Ninguno de los trabajadores del grifo San Luis quiere contar lo que pasó; apenas atinan a decir que no vieron nada o que no estaban de turno cuando le dispararon a quemarropa a Wilder Miranda Ordóñez, alcalde de José Crespo y Castillo, Aucayacu. No responden, finalmente, por miedo.
Las únicas huellas del asesinato perpetrado la tarde del último sábado son dos figuras dibujadas con tiza sobre la pista de salida del grifo: una rectangular, que indica la ubicación del vehículo que conducía Miranda, y un pequeño círculo, que señala la posición del asesino.
Según información policial, el atacante portaba dos pistolas, una en cada mano, y le disparó tres veces a muy corta distancia. En un principio, cuando se practicó la autopsia, se pensó que habían sido dos los hombres que atentaron contra Miranda, debido a que se hallaron dos balas de distinto calibre. Una de ellas perforó el corazón de la víctima y causó su muerte poco después.
Una vez que terminó la autopsia en la morgue de Huánuco, los restos de Miranda fueron entregados a su segunda esposa, Irene Murieta, quien estaba en el vehículo al momento del ataque, junto a dos funcionarios del municipio.
Murieta decidió que el cadáver sea sepultado en el cementerio de Aucayacu, pese a que la primera esposa del alcalde comentó que él debía ser enterrado en la ciudad de Huánuco.
Mañana será enterrado
Por la tarde, los restos fueron llevados a Tingo María, donde serán velados hasta hoy, que serán trasladados por tierra a Aucayacu. El entierro será el martes. El jirón Loreto se llenó de familiares, amigos y curiosos durante el resto del día.
Entre los asistentes se pudo ver a Manuel Rosales, primer regidor del municipio y el encargado de cubrir el puesto de Miranda hasta que termine su mandato. También estaba Irene Murieta. Este Diario intentó entrevistarla, pero sus familiares explicaron que se hallaba indispuesta. El día anterior ella había sufrido un shock nervioso.
Mientras tanto, en Aucayacu se decretó que el martes será día de duelo. Como todos los domingos, se izó la bandera en la plaza de armas de la ciudad en presencia de las principales autoridades.
Sin embargo –y ya que la principal autoridad del distrito había fallecido–, la bandera se izó solo a media asta. La población de Aucayacu ya sabe lo que son muertes violentas por haber sido durante años esta una zona de tránsito fluido de las columnas senderistas del Alto Huallaga.
¿Ajuste de cuentas?
Las versiones sobre el asesinato de Miranda apuntan casi en una sola dirección. Según fuentes policiales consultadas, Miranda había sido incluido en un proceso por su presunta vinculación con narcotraficantes que operan en el Alto Huallaga.
Trascendió, incluso, que en los próximos días iba a ser intervenido por la policía. La tesis policial, entonces, se basa en que los narcotraficantes prefirieron asesinarlo que arriesgarse a que los comprometiera.
Las mismas fuentes consultadas no creen que el asesinato haya tenido un móvil político relacionado con el ataque que sufrió el pasado 2 de octubre –un día antes del proceso electoral en el que Miranda postuló–, cuando desconocidos le dispararon sin llegar a herirlo de consideración. La policía sospecha que se trató de un autoatentado.
Un grupo de policías de Criminalística de Huánuco lleva a cabo las pesquisas para dar con el atacante. Se supo que ayer se había detenido a dos sospechosos, pero ello no pudo ser confirmado. El caso se investiga bajo un marcado hermetismo.
En puntos
El 2 de octubre pasado, cuando el candidato a la Alcaldía Provincial de Leoncio Prado, Wilder Miranda Ordóñez, se desplazaba en su auto, acompañado por su esposa, fue interceptado y le dispararon a matar.
En aquella ocasión, la víctima fue socorrida de inmediato y conducida al hospital de Tingo María, donde fue atendida de emergencia. Los forenses detallaron que una bala rozó el cuero cabelludo de Miranda y terminó incrustada en la camioneta.
Un equipo de peritos de Criminalística de Lima se desplazó a Huánuco, con el fin de profundizar en las investigaciones para identificar a los autores del atentado.
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