CARETAS. El lunes último, la Policía de Colombia anunció la desarticulación de una gigantesca red de lavado de activos conocida como la ‘Junta Directiva’, organización que blanqueó dinero del narcotráfico hasta en el club Independiente de Santa Fe, el último campeón del futbol colombiano.
La noticia retumbó esa misma mañana en Santa Clara durante la Vigésima Reunión de Jefes de Organismos Encargados de Combatir el Tráfico Ilícito de Drogas en América Latina y el Caribe (HONLEA).
“Ese es un punto clave del por qué estamos aquí”, dijo Flavio Mirella, jefe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). “Golpeas los bolsillos de los narcos y habrás ganado terreno”.
HONLEA es el foro de la ONU que analiza las nuevas tendencias del problema mundial de las drogas. El certamen fue inaugurado por el presidente Alan García, quien propuso combatir al narcotráfico “en todos los frentes”. Mirella enmarcó la problemática: “El negocio de las redes criminales del narcotráfico es el dinero, pero aún no hay mecanismos comunes para diseñar y compartir estrategias”, se quejó en Santa Clara.
AGP compartió el criterio de Mirella. “Es necesario golpear el lavado de activos. En alguna parte está escondido ese dinero”, dijo. El Presidente aludió a cifras de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), según las cuales en el Perú se ‘blanqueron’ US$ 40,000 millones en los últimos 20 años.
El tema del lavado generó preocupación y debate entre los zares. Según la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) de Colombia, los ingresos por TID en ese país superan los US$ 30,000 millones anuales, casi la mitad del PBI nacional. Álvaro Chamarro, jefe del DNE, señaló que “posiblemente solo la mitad de ese dinero se queda en territorio y el resto se coloca en el exterior, en bancos y propiedades”. Según cifras del DNE, en Colombia se “legalizan” US$ 5,000 millones del narcotráfico al año.
En México, donde el gobierno libra una guerra a sangre y fuego con los cárteles de la droga, la cosa va por la misma línea: US$ 25,000 millones se lavan anualmente, según cifras del gobierno de ese país. Más del doble (US$ 9,000 millones) de lo que invierte el gobierno en su lucha. De ahí que los niveles de violencia son estratosféricos. En los últimos tres años, se han atribuido directamente 28,000 muertes a la guerra contra el narcotráfico.
María Flores Juárez, directora general de análisis internacional del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (CENAPI), de México, dijo que “el poder del narcotráfico radica en su capacidad económica, con la cual puede desbaratar las institucionalidad de ciertas entidades del Estado; puede corromper funcionarios y policías, logrando su cometido que es transportar la droga”.
Lavado y engrase
Mirella estima que el lavado de dinero oscila entre US$ 800,000 millones y US$ 2 billones a nivel mundial. Los narcos latinoamericanos prefieren en su mayoría la banca como lavandería. En Asia, las casas de cambio hacen el trabajo sucio y en África, el comercio de diamantes.
“Estas redes son lo suficientemente poderosas como para afectar políticas y causar una reacción de pánico en la opinión pública”, dijo Mirella. El ‘Caso Cataño’ es un claro, por no decir blanco, ejemplo (ver Mar de Fondo).
El corredor de autos no solo contrató a la lideresa de Unidad Nacional (UN) y candidata protagónica a la alcaldía de Lima, Lourdes Flores, sino que hizo lo propio con el bufete de Carlos Hamann, ex presidente de la Unidad de Inteligencia Financiera del Perú (UIF). Este año, Hamann realizó una auditoría a su importadora de vehículos chatarra, Kanagawa Corporation, hoy comprendida en la investigación por lavado de activos.
Por cierto, durante su periodo como presidente de la UIF (2003-2007), Hamann promovió la denuncia penal de 350 personas y cerca de 100 empresas involucradas en lavado de dinero (CARETAS 2148).
AGP hizo un llamado a “hacer un esfuerzo de articulación de los sistemas de inteligencias” en Latinoamérica, pero el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas de Bolivia, Felipe Cáceres García, se mostró en contra. “En Bolivia el tema del narcotráfico está muy contralado. No existen cárteles ni crimen organizado”, dijo para asombro de los presentes. Bolivia es el tercer productor mundial de hoja de coca,
Francisco Guzmán Gutiérrez, oficial Regional Especializado de Interpol para América del Sur, dijo que “Perú viene haciendo un trabajo interesante en la captura de personajes vinculados al narcotráfico a través del lavado de activos”. Sin embargo consideró que “llevar el discurso de la articulación de sistemas de inteligencia a la práctica es muy difícil. Nuestros países conservan aún ciertos recelos de conflictos que han tenido en el pasado.
Además hay malos ejemplos donde la información de inteligencia termina en manos del narco”, dijo. Más de un zar presente se dio por aludido.
El llamado de AGP para evitar la legalización de las drogas obtuvo respaldo unánime. Mirella dijo que la legalización no es una opción viable y que ni Bolivia ha legalizado droga alguna. El martes 5, Los zares se comprometieron a firmar acuerdos para evitar la infiltración del narcotráfico en los partidos políticos, pero no se llegó a un consenso respecto al presupuesto que asignan EE.UU. y la Comunidad Europea a los países productores de cocaína.
La mexicana María Flores Juárez se mostró confiada en que el panorama cambie de color y recordó un dicho de su país que ayuda a comprender la magnitud del tema. “Nosotros ponemos los muertos y ellos (EE.UU. y Europa) ponen los consumidores”.