En este nuevo proceso electoral son 42,296 electores que se encuentran habilitados para elegir a sus nuevas autoridades o reelegirlas, según sea el caso, siendo el sentir mayoritario que cada una de las autoridades elegidas se preocupe por articular el desarrollo de sus pueblos de manera conjunta y estrechamente coordinada.
Tras semanas agotadoras de debates y campañas proselitistas, el ciudadano de a pie espera que las autoridades que resulten elegidas recorran los diversos poblados para escuchar sus necesidades, conocer a fondo sus realidades y empezar con las comunidades un camino promisorio, que lleve al bienestar común.
Asimismo que se adopten las acciones para consolidar los proyectos en seguridad, impulso turístico, urbanismo y desarrollo social.
Todos los candidatos terminaron ya de presentar sus respectivos ofrecimientos, basados mayormente en infraestructura. El tema de la producción de coca, uno de los más sensibles en esta zona del Alto Huallaga, no fue tratado sino muy superficialmente, sin que alguno mostrara propuestas concretas ni alusiones al tema
Campaña alturada
Este nuevo proceso, que pone a disposición de la voluntad popular la elección de sus nuevas autoridades o la renovación de la confianza en los que van a la reelección, se ha desarrollado con el agregado de diversas acciones que en un primer momento intentaron empañarlo, pero que finalmente sucumbieron ante la madurez alcanzada por la ciudadanía y por la inmediata acción de los órganos encargados de la seguridad interna.
Debido a la lentitud con que avanzaron las inscripciones y la depuración, por parte del Jurado Electoral Especial, la campaña electoral partidaria se redujo a sólo un mes, presentándose con el mismo fragor de siempre, pero felizmente con la altura que debió tener.
Sólo en la semana final unos aislados actos de guerra sucia, expresados a través de volantes anónimos, pero fáciles de interpretar y suponer su autoría, quisieron darle otro panorama a la contienda, sin embargo, el ambiente electoral de la provincia llegó finalmente a la fecha decisiva luego de unos cierres de campaña que reunió, en algunos casos multitudes y en otros la demostración que la población no prefiere a ciertos candidatos, de los trece que disputan el sillón municipal provincial.
Leoncio Prado requiere desarrollo
La provincia de Leoncio Prado, ubicada en la parte nor oriental de la región Huánuco, de más de 105 mil habitantes, tiene a Tingo María como su ciudad capital y está constituida por seis distritos.
Enclavada en la selva alta, a 650 metros sobre el nivel del mar, posee un gran potencial para su desarrollo.
Tingo María es una ciudad de 72 años de fundación, su crecimiento y modernización ha tenido avances importantes, pero las secuelas de la violencia política y el narcotráfico, que han predominado anteriormente en esta zona del valle del Alto Huallaga permanecen y han dejado brechas aún no cubiertas, afectando el aspecto social y de infraestructura, vitales para mejorar la calidad de vida de su población.
Las actividades de mayor movimiento son el comercio y la agricultura, aunque esta última interferida por la gran cantidad de cultivos de hoja de coca ilegal, el principal insumo de la producción de drogas. La agricultura legal ha tenido serios reveses y recién en los últimos cinco años ha experimentado un mayor crecimiento con el apoyo de la cooperación internacional. Entre estos cultivos se encuentran el cacao y el café, principalmente.
Su amplio y accidentado territorio de selva alta hace muy difícil la tecnificación de la actividad agrícola, sin embargo, los agricultores buscan superar estos problemas para lograr una eficiente producción.
Además de Tingo María, Aucayacu es una de las ciudades más grandes, en ambas los servicios básicos de electricidad, telefonía, agua y desagüe cubren las necesidades de la mayoría de la población, sin embargo, son los sectores aledaños y los demás distritos, así como los sectores rurales, que no cuentan con ninguno de ellos.
En los últimos dos años la electrificación ha llegado por medio del gobierno nacional en programas de apoyo a estas zonas, pero aún falta mucho por hacer.
Otra de las carencias es el desarrollo de la industria y especialmente de la agroindustria, el mejoramiento del rubro turístico y las vías de comunicación para facilitar la extracción de los productos del campo.
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