Cientos de policías tomaron hoy el regimiento más grande de Quito, el aeropuerto de la capital y cerraron las carreteras de acceso a la capital, en protesta contra una nueva ley del Servicio Público que les quitaría beneficios económicos, generando una grave crisis política, militar y policial en Ecuador.
La grave situación que se vive en el país del norte está provocando saqueos, quema de llantas, bombas lacrimógenas y violencia en diferentes ciudades del país.
El presidente calificó como un intento de golpe de estado la asonada, en momentos que era trasladado a un hospital luego que fuera alcanzado por gran cantidad de gases lacrimógenos cuando abandonaba el Regimiento de Quito.
Asimismo se informó que el presidente Rafael Correa evaluaba hoy emitir un decreto para disolver la Asamblea Nacional, tras un conflicto interno con su movimiento político que ha frenado la expedición de leyes claves para su proyecto socialista, dijo una ministra.
Informaciones procedentes de Quito señalaban que grupos de policías habían tomado el Regimiento Quito y otros destacamentos policiales Guayaquil y otras ciudades,así como el aeropuerto Mariscal Sucre y cerraron las vías de acceso a la capital.
La prensa ecuatoriana reportó saqueos en negocios y bancos, debido a que los patrulleros recibieron la orden de regresar al cuartel. Quito se quedó sin vigilancia en las calles. Además, anunciaron el asalto a «Mall del Sur», el principal centro comercial de Quito.
De inmediato, la Organización de los Estados Americanos (OEA) convocó a una reunión extraordinaria para ver la situación crítica que atraviesa Ecuador.
Debido a los actos violentos en Ecuador, el embajador peruano en la OEA ofreció la ciudad de Piura, fronteriza con el país vecino, para que se reúnan las autoridades correspondientes y logren fomentar la paz.
De otro lado, el embajador nacional afirmó, a nombre del presidente Alan García, que se ha ordenado cerrar las fronteras con Ecuador y restringir el comercio entre ambos países hasta que se retome la calma.
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