El radicalismo de un grupo de dirigentes cocaleros que a través de paros y otras medidas violentistas intentan detener la destrucción de laboratorios para la elaboración de cocaína y el control del crecimiento de los cultivos ilegales de hoja de coca, ha generado pérdidas por más de 15 millones de soles solo en Ucayali.
«No se puede caer en ese chantaje ni retroceder ante la amenaza de una huelga. Hay que rechazar la amenaza de una nueva huelga cocalera sobre el Alto Huallaga y dejar que los productores de frutas y comerciantes de mercados, expresen su sentir ante la posibilidad de un nuevo bloqueo de carreteras», afirmó el analista en temas de narcotráfico, Rubén Vargas Céspedes.
El abogado alertó que el cultivo ilegal de coca ha crecido en la zona de Huipoca y se está extendiendo hacia Pasco, y que ante esa realidad el Estado no puede quedar inactivo.
«Los cocaleros saben de la debilidad del gobierno central y están aprovechándose de ello. Por eso es importante el papel que puedan cumplir las instituciones y los medios de comunicación para evitar que la población de Aguaytía sea secuestrada por estos violentistas», sentenció.
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