Las malas prácticas agrícolas, como la tala y quema de los bosques amazónicos, principalmente para la producción de coca ilegal, continúan provocando desastres ecológicos y ambientales en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), como el gigantesco incendio que continúa arrasando más de 20 hectáreas en la zona rural, incluyendo pastizales en el centro poblado de Omaya , distrito de Pichari.
“En lo que va de la última semana, debido a las malas costumbres de limpieza de los suelos a través de la quema, se han producido cuatro incendios forestales solo en el distrito de Pichari. Lamentablemente los agricultores no toman en cuenta que la utilización del fuego es una práctica muy peligrosa”, señaló el Capitán CBP, Carlos Sánchez, del Comité Pro Compañía de Bomberos en el VRAE.
A través del programa Diálogo Ciudadano de INFOREGIÓN que se transmite desde San Francisco hacia todo el VRAE, el bombero voluntario alertó que los factores que incrementan los riesgos de incendios y su propagación son incremento de la temperatura del ambiente, la falta de las lluvias y los fuertes vientos.
Más adelante precisó que los cuatro incendios producidos en las últimas semanas se han producido en las zonas de Puerto Mayo, Pichari Alta, Natividad y Omaya, dejando graves daños a la ecología y amenazando diversas propiedades.
Por su parte, el ingeniero Edgar Gómez Limaco director del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) en el VRAE, agregó que los incendios no solo se están produciendo en Pichari, también en otras zonas debido a la quema de pastizales como un forma de limpieza antes de la etapa de sembrado, en una temporada donde las lluvias son muy escasas.
“Lamentablemente se siguen dando casos terribles, como cuando las quemas agrícolas se descontrolan, provocando que las lenguas de fuego se trasladen hacia bosques vírgenes y de protección. Esto es un grave atentado contra la ecología porque se pierde gran cantidad de flora y fauna silvestre”, concluyó Gómez Limaco.
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