El analista en temas de narcotráfico, Rubén Vargas Céspedes, lamentó que los dirigentes de la Federación de Agricultores del Valle del Río Apurímac (FEPAVRAE) continúen aprovechándose de las necesidades de los campesinos impulsando empadronamientos prohibidos expresamente por la ley.
Vargas dijo que los dirigentes cocaleros, especialmente Nelson Palomino, han jugado con las expectativas de los campesinos cocaleros, empadronándolos sin decirles que esta actividad está prohibida por la ley 22095, que rechaza el reconocimiento a nuevos productores de hoja de coca.
“Si hay una ley que prohíbe nuevos empadronamientos, cómo es posible que Nelson Palomino haya empadronado?. Obviamente, esta actividad no tiene ninguna validez legal ni posibilidad de ser reconocida por el Estado o el Gobierno Regional porque va en contra de la ley” argumentó el analista.
El abogado también fustigó a la cúpula dirigencial que desinforma sobre el plan de desarrollo del VRAE, tildándolo de “militarización” y consideró que éste es otro intento de oponerse a las iniciativas del Estado para atender las necesidades de poblaciones abandonadas.
“Estas iniciativas tienen que darse en concertación y recogiendo las necesidades y opiniones de los beneficiados, pero no se puede decir que es una militarización, se exageraron motivaciones políticas subalternas para causar temor en la población y sacar provecho de ello”, puntualizó.