El Gobierno estadounidense ordenó a la petrolera británica British Petroleum (BP) que le presente un plan para la reapertura de su pozo sellado Macondo, por el que escapa el crudo que ha provocado el vertido en aguas del golfo de México, después de que los ingenieros a cargo de las operaciones hayan detectado una pequeña fuga de petróleo cerca del lecho marino.
Esta orden se debe a que la detección de esta fuga podría significar que existen problemas en la campana metálica colocada por BP la semana pasada, y que según la compañía había conseguido detener por completo el escape de petróleo, y obedecería a un intento por resolverlos.
«Ordeno que me entreguen un procedimiento escrito para la reapertura de la válvula de contención lo más rápidamente posible. En caso de que se confirme la filtración de hidrocarburos cerca de la boca del pozo», afirmó el almirante retirado de la Guardia Costera, Thad Allen.
Allen es el máximo responsable gubernamental de las labores de limpieza y contención del vertido, en una carta dirigida al jefe de la unidad de restauración de BP en la costa del Golfo de México, Bob Dudley.