El protocolo de enmienda al acuerdo de promoción comercial con Estados Unidos que deberá ser aprobado por el Congreso de la Republica, pone una vez mas al descubierto la tremenda crisis por la que atraviesa la institucionalidad ambiental del país que no garantiza una real protección al medio ambiente.
Resulta preocupante que tengan que ser legisladores demócratas de EE.UU, quienes hayan considerado incluir medidas que aseguren una mayor protección al medio ambiente, a contrapelo de nuestros legisladores y políticos del país, que han mostrado poca voluntad política de abordar el tema y mucho menos de generar cambios reales en nuestra institucionalidad ambiental.
La enmienda obliga al Perú a implementar adecuadamente los acuerdos multilaterales de medio ambiente suscritos como parte de la Organización Mundial de Comercio (OMC), así como asegurar de que sus leyes y políticas proporcionen y estimulen altos niveles de protección ambiental.
Respecto al manejo forestal, sector crucial para promover el valor económico y el manejo sostenible de los recursos forestales, la enmienda exige al país mejorar la gestión del sector forestal y promover el comercio legal de los productos madereros, y da un plazo de 18 meses una vez aprobado el TLC, para fortalecer el sector Forestal.
Esto significa imponer sanciones civiles y penales diseñadas a desalentar la violación de las leyes en relación con la extracción ilegal y el comercio de dichos productos madereros; aumentar el número de personal encargado de hacer cumplir la ley en parques nacionales y concesiones; mejorar la administración y el manejo de las concesiones forestales e identificar adecuadamente las áreas protegidas y las concesiones.
Es decir, el trabajo que viene desarrollando INRENA es insuficiente y de no cambiarse radicalmente pondría en cuestión la vigencia del TLC una vez aprobado.
Un detalle que vale la pena destacar es el referido a la Caoba. La enmienda firmada por los gobiernos de Perú y Estados Unidos, propone bajar la cuota de exportación de modo que no sea mayor a la propuesta por la autoridad científica (UNALM), lo cual obliga a que el INRENA no continué sobrepasándose en dicha cuota, como ha sucedido este ano en más de cuatro mil metros cúbicos.
Finalmente el protocolo de enmienda al TLC con Estados Unidos es una llamada de atención al Perú ante su insuficiente y débil institucionalidad ambiental y pone en debate la urgente necesidad de colocar el tema como una de las prioridades que el Gobierno y el Congreso de la República deberán asumir en los próximos meses, en la perspectivas de ir construyendo un desarrollo sostenible para el Perú.