Un minucioso seguimiento realizado por efectivos de Seguridad Ciudadana y miembros de los Comités de Autodefensa determinó que peligrosos delincuentes se ocultan en los prostibares de la denominada ‘curva maldita’, en las afueras del distrito de Pichari, luego de cometer sus fechorías en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE).