El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, decretaría en los próximos días el estado de conmoción interior con el fin de enfrentar las denominadas Bandas Criminales Emergentes, evitar la excarcelación de sus jefes por decisiones de jueces penales municipales y presionar o incluso, decidir el nombramiento del nuevo Fiscal General de la Nación.
Según informa América Economía la declaratoria, que se daría cuando faltan apenas 40 días para terminar su mandato, tendría su origen en la reciente decisión de un juez que ordenó la libertad de un acusado de comandar una banda de sicarios y traficantes de drogas, medida que fue duramente criticada por Uribe.
Se informó que el diario El Espectador conoció que el decreto fue previamente consultado con el procurador Alejandro Ordóñez y expertos constitucionalistas, quienes le estarían haciendo los últimos retoques. El Consejo Superior de la Judicatura y la misma Fiscalía General de la Nación también habrían sido informados sobre el asunto.
Fuentes cercanas al gobierno precisaron que se busca recursos adicionales para fortalecer la lucha de jueces y fiscales contra las bandas criminales, endurecer las penas para que los capturados no puedan ser objeto de beneficios procesales y la creación de jueces de garantías adicionales, algunos de carácter nacional, con buenos equipos de trabajo, para suspender la competencia de los jueces municipales en los procesos judiciales que involucren a miembros de estas bandas.