El periodista Pablo Obríen, de la Unidad de Investigación del diario El Comercio, consideró que el terrorismo aliado al narcotráfico se siente amenazado en sus intereses ilegales, debido a la intensa labor de erradicación y de destrucción de los laboratorios de droga que están llevando a cabo las autoridades en el Alto Huallaga.
“Es por esta razón que ha salido de su guarida para asesinar a fiscales y policías” añadió.
Según Obrien, la ultima incursión en Tocache, que costó la vida de tres policías y un fiscal, no se trataría necesariamente de un rebrote, sino una reacción ante el temor que despierta en sus huestes las erradicaciones de los cultivos ilegales de hoja de coca, y que desnuda una vez más su colaboración pagada con el narcotráfico.
“Esta reacción del terrorismo preocupa y enrarece el ambiente en el Alto Huallaga y además, pone en peligro a la ciudadanía, a esos grandes sectores de peruanos que viven en forma pacífica y que nada tienen que ver con la droga”, consideró el hombre de prensa quien invocó a la Policía Nacional a continuar combatiendo este flagelo, y pidió a la prensa regional actuar con prudencia pero sin claudicar ante las amenazas de los violentistas.