Es alarmante la magnitud de la trata de personas en los centros de explotación minera ilegal en la zona aurífera del río Madre de Dios, especialmente en lo concerniente a delitos de abuso sexual y laboral, según indica un informe preparado la Organización Internacional de Migraciones y el Instituto de Estudios Internacionales (IDE) de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Según el informe, dado a conocer por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la trata de personas con fines de explotación en minería aurífera y tala ilegal es una situación que atenta contra el respeto los derechos humanos y la preservación de la ecología, así como se constata la numerosa presencia de casos de explotación sexual y tráfico de órganos.
El estudio, difundido en el programa sabatino radial Diálogo Ciudadano, de INFOREGION, por las ondas de Radio Aurora (96.7 FM), agrega que en el periodo 2002-2007, no menos de 20 mil 437 personas provenientes de las zonas altoandinas más pobres de Cusco, Apurímac, Arequipa y Puno, se trasladaron a la región Madre de Dios obedeciendo a falsas promesas de empleo en actividades extractivas como la minería ilegal y la tala de bosques, siendo un 20 por ciento menores de edad.
La realidad es que al llegar a estas zonas, las personas se encontraron con que las oportunidades no eran las indicadas y por eso muchas de ellas no tuvieron otro camino que involucrarse en actividades ilegales, como la prostitución.
La investigación indica que esos 20 mil peruanos sometidos a una baja calida de vida significan el 18 por ciento de la actual población de Madre de Dios, y están ubicados en zonas donde existe escasa presencia del Estado y una autoridad debilitada.
La trata de personas es la tercera actividad delictiva más lucrativa después del narcotráfico y el tráfico de armas, además de constituirse en un serio peligro para la seguridad de los países.