El doctor Fernando Prudencio, director de la Red de Salud de Leoncio Prado, informó que al año se identifican entre 35 y 45 casos de tuberculosis en las ciudades de Tingo María y Aucayacu, zonas en donde se encuentra el grueso de pacientes identificados, pacientes que reciben atención gratuita en los centros de salud.
Al recordar que ayer fue el Día Mundial de la Lucha contra la Tuberculosis (TBC), consideró la importancia de tener en consideración las formas y métodos para prevenir esta enfermedad e invocó a la ciudadanía a realizarse una detección temprana donde para hacer un tratamiento adecuado.
En declaraciones a INFOREGIÓN informó que no existen partidas especiales por parte del Gobierno, pero sí hay un apoyo estatal mediante la entrega gratuita de medicamentos antituberculosis, alimentos y atención especializada a cada paciente durante seis meses.
Estos medicamentos tienen un costo elevado, pero se reparten en forma gratuita. Anteriormente, los diferentes establecimientos de salud cubrían toda la atención médica de estos pacientes, pero ahora el Seguro Integral de Salud , SIS, cubre la atención integral de todos estos pacientes a nivel nacional.
El galeno agregó que la gran cantidad de personas que adquieren la TBC son adultos jóvenes en áreas de trabajo, quienes contraen la enfermedad por diversas razones, entre ellas la baja alimentación y nutrición y estado de depresión y tensión.
Desnutridos y tensos más propensos a contagiarse
Prudencio explicó que cualquiera puede contagiarse de esta enfermedad y que a veces pacientes crónicos que la tienen no manifiestan los síntomas, los cuales son una tos durante más de 15 días y una baja de peso considerable. Un paciente podría bajar entre 5 ú 8 kilos en un mes y en muchos meses más pueden bajar hasta 15 kilos.
Agregó que para detectar la enfermedad, se analiza el esputo (flema) del paciente, pero ante sospechas se realiza una brocoescopía (sacar flema de los pulmones) para descartar definitivamente si el paciente tiene o no esta enfermedad, la cual es altamente contagiosa.
Sin embargo, las personas bien nutridas y alimentadas con un estado emocional no depresivo no tienen posibilidades altas de contagio, a diferencia de personas desnutridas y con estrés.
“El contacto no es inmediato, tiene que haber un período de convivencia significativo. Si uno da la mano a paciente de TBC no quiere decir que se contagiará, normalmente es un contagio de la misma familia al convivir por semanas o meses con enfermos de TBC, ese contacto continuo hace que se enferme la persona”, finalizó.