El director regional de Salud de Loreto, Carlos Manrique, informó que, tras el naufragio de la embarcación “Camila” en el río Amazonas, se contempla evaluar el riesgo de contaminación que este hecho generó en la zona, pues -de acuerdo con los testimonios de los sobrevivientes y la intoxicación de los heridos- la nave transportaba varios bidones de combustible que terminaron en las aguas cuando esta se hundió.
“Hasta ahora no se sabe la cantidad exacta de bidones de combustible, pero algunos pasajeros informaron, incluso, que había además material de construcción como cemento, ladrillos y otros”, indicó al recordar que dos días después del accidente se recuperaron dos reses y un motocarro, lo que da una idea del grado de informalidad que tenía la embarcación.
Como se recuerda, “Camila” naufragó la madrugada del pasado miércoles a la altura del sector Santa Rosa, en el distrito de Indiana, en Loreto, con un número de pasajeros y carga aún no determinados. Si bien la Policía Nacional y el Ministerio Público investigan el caso, se maneja la hipótesis de que el exceso de carga y pasajeros constituyó unas de las principales causas de lo sucedido.
El peso de la nave dificultó los trabajos de las grúas especiales enviadas a la zona para reflotar la estructura. El rescate de las víctimas estuvo a cargo principalmente por buzos, bomberos, policías, marinos y voluntarios.