Carmen Barco, psicóloga de Cedro, publicó un artículo de opinión en el diario El Comercio sobre la actual situación del consumo de tabaco en el mundo. En la columna titulada «Género y tabaco», la especialista presenta la preocupante realidad del incremento en el consumo de cigarrillos entre las mujeres de países en desarrollo como el Perú, entre otros temas que requieren la atención de la ciudadanía. INFOREGIÓN reproduce el texto a continuación.
Este 31 de mayo celebramos el Día Mundial Sin Tabaco y el tema seleccionado por la OMS es género y tabaco. Hombres y mujeres tenemos diferentes formas de desenvolvernos en el entorno, sufrimos distintas consecuencias en la salud debido al tabaco y también por el preocupante incremento de consumo entre las mujeres, especialmente en países en desarrollo como el nuestro.
Si bien en el mundo el consumo de tabaco en los hombres disminuye, en las mujeres dibuja una curva ascendente. Estudios realizados en 151 países indican que el 12% de los adolescentes varones fuma frente al 70% de las adolescentes mujeres, lo cual proyecta un alarmante futuro para la salud pública. De los más de mil millones de fumadores que hay en el globo, cerca de 250 millones son mujeres. Además, el humo de segunda mano afecta en forma desproporcionada a las mujeres y provoca en ellas casi 400 mil muertes prematuras al año. En proporción, el 64% de las muertes prevenibles por exposición al humo del cigarrillo se produce en mujeres, muchas de las cuales nunca han fumado.
Las evidencias científicas son concluyentes: el consumo de tabaco causa una variedad de enfermedades. Las mujeres que fuman o que están expuestas al humo tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer cervical, osteoporosis y otras afecciones del sistema reproductivo, incluidos abortos espontáneos, infertilidad, hijos con bajo peso, menstruaciones dolorosas y menopausia precoz. La exposición al humo de segunda mano entre las mujeres embarazadas es una de las principales causas de aborto espontáneo y de síndrome de muerte súbita del lactante. Además, las fumadoras tienen mayor posibilidad de desarrollar diversos tipos de cáncer, incluido el cáncer de pulmón, boca del esófago, faringe, estomago y páncreas.
Por esto, la celebración del Día Mundial Sin Tabaco es muy especial para quienes venimos trabajando a favor del aire limpio y de la buena salud de hombres y mujeres. Este año se aprobó la Ley 29517 que prohíbe fumar en todos los espacios públicos y constituye una de las más importantes medidas de salud pública de los últimos tiempos.
Hay, sin embargo, mucho camino por recorrer. Un factor determinante en el aumento del tabaquismo es la publicidad (que se ha alineado a los nuevos roles de la mujer para arraigarse a conceptos como independencia, emancipación, atractivo sexual, delgadez, glamour y belleza), a través de campañas agresivas y seductoras dirigidas por la industria tabacalera. Se hacen necesarias nuevas políticas para prohibir la promoción y patrocinio del tabaco. No solo se requiere de la participación de los gobiernos, sino también de la ciudadanía, incluidos los movimientos de salud feministas. Debemos hacer respetar nuestro derecho a la vida y al bienestar; nadie nos puede “asesinar” gradualmente ni fomentar dicha práctica en los demás. El tabaco, directa e indirectamente, mata, y el control y la prevención de su consumo deben estar incluidos de manera prioritaria en la agenda de nuestro país.
(*) Psicóloga de Cedro y de la Comisión de Lucha Antitabáquica