El gobierno estadounidense declaró como zonas de «desastre pesquero» los estados de Louisiana, Mississippi y Alabama, debido al vertido de crudo de la plataforma petrolífera de BP, que a finales de abril se hundió en aguas del Golfo de México y provocó una gran ‘marea negra’ que ya ha afectado las costas de Estados Unidos.
El secretario de Comercio norteamericano, Gary Locke, señaló en un comunicado que, tras el desastre ecológico, el Gobierno federal movilizará todos los fondos necesarios para asistir a los pescadores y a las comunidades que así lo necesiten.
«Hemos tomado hoy (por ayer lunes) esta decisión por el potencial perjuicio económico que el vertido puede provocar a los pescadores, sus comunidades y a toda la industria pesquera», afirmó Locke en el comunicado.
Según el portal Ecoticias, sólo en Louisiana, la industria del marisco mueve 2.400 millones de dólares al año, cubre el 40 por ciento de la demanda del país de este producto y emplea a 27.000 personas. Por otro lado, en el comunicado no se detallaba la cuantía de los fondos ni cuándo serían entregados.
Cerca de 5.000 barriles de petróleo diarios se han vertido al mar desde la explosión de la plataforma, a finales del pasado mes de abril.