Indignados y furiosos pobladores del sector Miraflores, en el distrito de San Francisco, estuvieron a punto de hacer justicia por sus propias manos, tras capturar a dos sujetos acusados de robar un mototaxi. Los delincuentes fueron despojados de sus ropas y atados en un poste, para luego ser golpeados. Minutos después fueron salvados por los efectivos policiales que llegaron a la zona y evitaron que sean ajusticiados.
La propietaria del mototaxi, Dionisia Wicho Zapata, contó que los delincuentes llevaron el vehiculo robado hasta el distrito de Sivia, donde quisieron rematarlo al mejor postor.
“A las dos de la mañana me han robado el mototáxi. Fui a denunciar el hecho a la comisaría de San Francisco, pero no me atendieron porque no estaba el oficial encargado. Tuve que buscar mi mototaxi por mis propios medios”, relató llena de indignación la agraviada.
La afectada relató que gracias a una información recibida por un familiar, que realiza el cruce de botes del distrito de Pichari a Sivia, pudo conocer que su vehículo estaba siendo rematando al mejor postor.
“Mi primo me dijo que unos muchachos llevaban una moto ofreciéndola en venta. Por mis propios medios fui hasta Sivia y pude recuperar mi moto. A los asaltantes los llevamos hacia San Francisco y la población decidió castigarlos como se merecen”, afirmó.
Uno de los sujetos fue identificado como Cesar Chuchón Vallejos, mientras que el otro nombre se mantiene en reserva por ser aún un menor de edad.
Según el titular de la Primera Fiscalía provincial de San Francisco, Alejandro Arriarán, los delitos comunes de robos, atracos y violaciones sexuales se han incrementado peligrosamente en Kimbiri y San Francisco, por lo que se debe redoblar la seguridad en estas localidades.
“Es increíble que la policía no haya realizado ninguna investigación y haya sido la propia dueña la que tuvo que recuperar su vehículo. Nos preguntamos entonces qué papel cumple la comisaría, sino es la de actuar ante hechos delictivos”, señaló Carmen Lete, presidenta de los clubes de madres de San Francisco.