El desborde del río Vilcanota, en enero último, arrasó 3.500 hectáreas del maíz gigante del Valle Sagrado de los Incas, esa variedad cusqueña declarada patrimonio cultural del país por la perfección de su colosal mazorca y la sabrosura de sus granos. La mitad de la producción se ha perdido y lo que quedó se cosecha con bajas expectativas, pues la excesiva humedad causada por las lluvias y las plagas que han aparecido por el aumento de la temperatura en el valle han mermado su calidad y tamaño.
Según la web del diario El Comercio, la Dirección Regional de Agricultura del Cusco advirtió recientemente que este producto bandera y de exportación no abastecerá este año la demanda de Japón, España y Estados Unidos, países en los que este grano gigante se consume como snack.
Degeneración del maíz
Funcionarios de la citada dirección y reconocidos productores coinciden en que desde hace tres años el cambio climático actúa de forma perjudicial sobre esta planta que crece principalmente en las provincias de Calca y Urubamba.
“Las mazorcas salen más pequeñas, con granos desiguales, deshidratados y con una textura rugosa”, afirma el jefe de la Agencia Agraria de Calca, Luis Vargas. Uno de los causantes sería la “seca-seca”, una plaga causada por diversos agentes de climas más cálidos, que ha empezado a atacar los cultivos de maíz gigante y que trunca el desarrollo de los granos.
Pero otros factores, como el mal uso de agroquímicos y el poco cuidado que los productores menores prestan a sus cultivos, contribuyen al desprestigio de la variedad, según el funcionario.
Sin embargo, hay otras opiniones. “El cambio de clima es solo un factor. El principal problema es que la mayoría de agricultores no hace nada por mejorar su cultivo y no existe institución que realice investigaciones al respecto”, critica el también especialista en kiwicha Luis Sumar. Con 30 hectáreas, él es el mayor productor de maíz gigante en el Valle Sagrado y este año ha perdido el 40% de su producción.
Respecto de este problema, el jefe de la Dirección Regional de Agricultura, Américo Cáceres, señaló que por el momento no existe un plan de mejoras porque su oficina está dedicada a paliar la pérdida de S/.169 millones generadas por los desbordes de enero último entre los cultivos del departamento.
Agricultores critican reparaciones
En el caso del maíz gigante, los agricultores desembolsan unos US$2.500 por hectárea solo en costos de producción, estima la Dirección Regional de Agricultura del Cusco. Por eso, diversos gremios agrícolas de la región han tomado con indignación la reparación que en algunos casos se les otorgará: S/.400 por hectárea echada a perder para cultivos como el maíz y la papa.
En total, las hectáreas de maíz gigante y de choclo afectadas suman 7.500 y las de papas 4.500, según la Dirección Regional de Agricultura del Cusco. Pero la mayoría de afectados posee parcelas de un cuarto u octavo de hectárea. Hay incluso quienes recibirán S/.16 soles del seguro. El Estado contrató este seguro el año pasado para Cusco y otras cinco regiones vulnerables al cambio climático.