Decenas de pobladores del distrito de Ayna – San Francisco, que están cansados del constante hedor a causa de la acumulación de grandes montículos de basura que producen los mataderos clandestinos en esta zona del VRAE, solicitaron a las autoridades locales la reubicación inmediata de negocios porque no sólo atentan contra la salud pública sino que también contaminan el río Apurímac.
En presencia del representante de la segunda Fiscalía de Ayna – San Francisco y del gobernador de la zona, las autoridades ediles dispusieron la reubicación inmediata, en menos de tres días, de los infractores que desde hace nueve años atentan contra la salud pública.
Las autoridades dijeron que se ha levantado un acta de constatación en la que se comprobó que los mataderos clandestinos atentan contra la salud pública y, por ello, se dispuso la reubicación inmediata.
“Se ha levantado un acta y efectivamente se ha verificado que se está contaminando la zona, hemos dado un plazo inmediato -de tres días- para que se reubiquen en otro lugar”, indicaron.
La comuna edil ha dispuesto la maquinaria necesaria para ayudar a que los reubicados puedan habilitar una zona cercana en la que puedan trabajar sin la necesidad de contaminar el río ni molestar a los pobladores.
Durante el primer día de reubicación, los propietarios de los mataderos de aves menores, a pesar de haber firmado un acta de compromiso, pusieron trabas para que los trabajadores ediles remuevan los puestos de este negocio.
Pobladores desesperados por los olores nauseabundos, los criaderos de chanchos, las moscas y los constantes atoros del desagüe que generan los mataderos clandestinos contaron que han tenido que aguantar esta situación desde hace nueve años y recordaron que hasta la fecha ninguna autoridad había tomado cartas en el asunto.