Los glaciares andinos desaparecerán inevitablemente en los próximos cinco o seis años, por lo cual los países de la Cordillera de los Andes deberán adaptarse a esa situación, señaló el jefe de la División de Cambio Climático del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Juan Pablo Bonilla.
En el marco de la asamblea anual de gobernadores del BID, que se celebra en la ciudad mexicana de Cancún, el experto sostuvo que países como Bolivia y Perú ya están experimentando «impactos muy directos» por «falta de agua para proyectos de irrigación agrícola e hidroeléctricos», los cuales dependen del líquido que escurre de los glaciares.
Necesidad de adaptación
Bonilla subrayó que justo ayer, cuando se conmemoró el Día Mundial del Agua, era importante insistir en la necesidad que las naciones se adapten a las nuevas condiciones ambientales que hay en el mundo.
«Hoy ya no basta con hacer un llamado para el uso eficiente y racional del agua. Mucha gente piensa que tenemos mucha agua, que nos sobra el agua, pero la realidad es que tenemos que adaptarnos a no tenerla», explicó.
El funcionario precisó que el Banco Interamericano de Desarrollo colabora ya con el gobierno peruano con el objetivo de impulsar un proyecto de captación de agua pluvial.
Los glaciares andinos forman parte del sistema montañoso de América del Sur, atraviesan Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia, Perú y parte de Venezuela.
En 2009, el BID aprobó préstamos por un monto total de 3.508 millones de dólares para mejoramiento ambiental, cambio climático y energía renovable en Latinoamérica.