Cooperativas cafetaleras denuncian que SUNAT desconoce su funcionamiento y pone en riesgo su existencia

Más de 50 mil familias de pequeños y medianos agricultores de café y cacao de los valles de la selva alta, que se han organizado empresarialmente en cooperativas para comercializar de forma centralizada su producción y autogenerarse servicios de asistencia técnica, corren el riesgo de quebrar debido a las indebidas acotaciones o cobranzas que están aplicando funcionarios de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria –SUNAT-, denunció el presidente de la Junta Nacional del Café, César Rivas Peña.

Expuso que los abonos, que desde hace 45 años aplican las cooperativas a sus socios, bajo concepto de “reintegros” por ventas de sus cosechas al término de cada campaña agrícola, ahora son desconocidos por auditores de la SUNAT, quienes los califican de “evasión tributaria” para no pagar impuesto a la renta.

“Es una clara muestra del grado de desconocimiento de algunos funcionarios de los fines y forma de trabajo de una cooperativa agraria de usuarios o servicios y su contribución al desarrollo económico y social, en zonas donde el Estado no tiene presencia hace décadas”, sostuvo el dirigente cafetalero.

Cooperativas sobrevivieron al terrorismo en las épocas más duras

Directivos de la Cooperativa del Valle del Río Apurímac y presidente de la JNC.
Directivos de la Cooperativa del Valle del Río Apurímac y presidente de la JNC.

Rivas puso como ejemplo el caso de la Cooperativa del Valle Río Apurímac, en Ayacucho, cuyos dirigentes y asociados sufrieron ataques terroristas de Sendero Luminoso en la década del 90 y enfrentaron agresiones de grupos violentistas por abandonar sus plantaciones de coca, pero que superaron las adversidades y reactivaron su organización, optando por cultivar café y cacao orgánico.

“Se articularon con éxito al mercado internacional, implementaron servicios para sus asociados, que hoy suman 2,400 familias, y compiten con la distorsión de precios que genera la economía ilícita. Sin embargo hoy SUNAT los empuja a la quiebra, con intervenciones equivocadas” manifestó.

Refirió que similar medida aplica la entidad tributaria a cooperativas de la selva central, señal de que se trataría de una equivocada política orientada a desactivar las empresas de pequeños agricultores que generan empleo masivo, lideran las exportaciones de café de calidad, y son, al mismo tiempo, la mejor barrera contra la economía ilícita que se extiende en los valles interandinos de la amazonía peruana.

Explicó que la SUNAT acotó los reintegros a partir del 2006, y que seguramente continuará en los años sucesivos hasta el 2010, lo cual provocaría millonarias pérdidas de las cooperativas.

“Están matando a la cooperativa, que ha sobrevivido a la guerra terrorista y del narcotráfico. De no corregirse estos graves errores, la SUNAT estaría favoreciendo, sin quererlo, a la economía ilícita” agregó.

Advirtió que varias veces han tratado de explicar a las autoridades, con documentos, sin que hasta el momento se haya corregido esta indebida acotación derivada de la injusta decisión de no querer reconocer el acto cooperativo, reconocido por el decreto legislativo 085, “pero los productores ya se están cansando de esperar promesas de solución, sin resultados concretos. La paciencia tiene límite”, alegó, adelantando que el tema será evaluado durante la asamblea nacional a llevarse a cabo el 23 de abril.

SUNAT instala bancarización donde no hay bancos

El presidente de la Cooperativa Valle Río Apurimac (CAC VRA), Gregorio Pariona, refirió que otro reparo que les hace la SUNAT es la no bancarización de los pagos a socios y proveedores de café y cacao, sabiendo que en la zona no opera ninguna entidad bancaria, y que para dotarse de liquidez deben jugarse la vida trasladando efectivo durante 8 horas, desde Huamanga hasta San Francisco y desde allí a lugares apartados, donde la mayoría de campesinos son iletrados y les resulta imposible efectuar trámites bancarios. “Esos reparos son un abuso contra las cooperativas”, lamentó.

Explicó que las acotaciones efectuadas por este concepto les significan como 800 mil soles de multas, imposibles de cumplir. “Nos están condenando a desaparecer. Los socios van a dejar a la empresa para dedicarse a otras actividades, generando más problemas sociales”, advirtió el cafetalero ayacuchano.

El gerente general de esta cooperativa -cuyas ventas de café y cacao sumaron hasta 13 millones el 2008-, Juan Amao Aparicio, recordó que en 1988 columnas terroristas asesinaron a su presidente e incendiaron los camiones de café, por negarse a pagar cupos, sin embargo, no han recibido ningún tipo de reparación.

“Nosotros salimos adelante solos, repoblamos la zona, nos enfrentamos a los que no que querían que dejemos de sembrar coca y ahora estamos sembrando café y cacao y ahora el gobierno nos quiere hacer quebrar”, señaló.

Actualmente CAC VRA, cuenta con 800 socios (de los 2,400) con certificación orgánica, comercio justo, y exportan café a distintos países. Estos esfuerzos se perderían con las acotaciones de la SUNAT.