Las juntas vecinales se han convertido, desde hace un tiempo, en los aliados perfectos de la Policía Nacional del Perú y las municipalidades. Estas agrupaciones son los ojos y oídos de las autoridades, que, gracias a la información proporcionada, pueden elaborar, focalizada y eficazmente, sus planes para luchar contra la delincuencia.
Hoy existen 20 mil 548 juntas vecinales a escala nacional, con más de 250 mil participantes, las cuales forman parte de los comités de seguridad ciudadana del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (CONASEC). Todas las comisarías del país cuentan con una filial en las diversas jurisdicciones de la PNP, adonde los vecinos pueden acudir si desean integrar las juntas vecinales.
La junta vecinal de seguridad ciudadana es integrada por “vecinos vigilantes” de una cuadra, manzana, un sector, barrio, conjunto habitacional, edificio, una urbanización, localidad, un asentamiento humano, pueblo joven, una comunidad campesina o nativa.
Su líder o representante máximo es denominado “coordinador” y designado por el comisario de la zona. Las juntas vecinales apoyan a la Policía con información sobre todo tipo de violencia; lugares, personas, horarios y modalidades que se dediquen al tráfico y la microcomercialización de drogas, prostitución clandestina, pandillaje.
Brindan también datos de lugares que sirven de fumaderos, guaridas de vagos, lugares donde se vende o se permite consumir a menores de edad licores, fármacos ilegales y otros.