El incremento de las extensiones de los cultivos ilegales de coca en nuestro país por tercer año consecutivo, resulta muy peligroso porque refleja el crecimiento del narcotráfico que a su vez genera una mayor corrupción, pobreza, ilegalidad, presencia de sicarios, destrucción de más de dos millones de hectáreas de bosques y una severa contaminación en el medio ambiente, señaló el economista Jaime García, experto en temas de narcotráfico y desarrollo legal sostenible.
“El Informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, JIFE, señala que en nuestro país se registró un aumento de la extensión de los cultivos de coca, lo que es muy peligroso debido a que genera diversos problemas sociales, económicos, medio ambientales y de seguridad”, sostuvo en el programa Diálogo Ciudadano de INFOREGION, que se transmite desde San Francisco hacia todo el VRAE.
Señaló que en todo el Perú, la única región en la que se registra una disminución de los cultivos ilegales de la hoja de coca es San Martín, y que en cambio en el resto, lamentablemente no se está haciendo nada, lo que está generando el incremento de estos cultivos ilegales.
“En el VRAE se dice que la política antidrogas ha fracasado, pero siendo estrictos habría que decir que esto no es tan cierto porque, sencillamente no existe esa política. En el único lugar donde se viene aplicando una política antidrogas integral es en San Martín” precisó.
Explicó, que una política antidrogas implica un desarrollo de los cultivos alternativos, programas de interdicción de laboratorios del narcotráfico, control de insumos químicos y programas de erradicación de los cultivos ilegales de coca.
Consecuencias nefastas
El especialista calificó como muy peligroso el incremento de los cultivos de coca, debido a que este es el principal insumo que utiliza el narcotráfico.
«Las cifras que proporciona el JIFE, indican que esta actividad ilegal se está incrementando. A mayor cultivo ilegal, mayor narcotráfico. A mayor narcotráfico, mayor corrupción. A mayor corrupción mayor pobreza. Esa es la cadena perversa que generan estas actividades ilícitas. Además de los indicadores de inseguridad, mafias, sicarios ilegalidad”, alertó.
El experto señaló asimismo que es una falacia que esta producción se destine al consumo legal y a la industrialización como intentan argumentar los cocaleros para justificar la producción ilegal.
Deforestación de bosques
En otro momento, señaló que otros de los perjuicios irreparables que genera el incremento de los cultivos ilegales de coca, es la deforestación de los bosques.
“Según las cifras de DEVIDA, más de dos millones de hectáreas de bosques han sido arrasadas y se han contaminado los ríos y suelos con la utilización indiscriminada de agroquímicos en la producción de cultivos de coca y con el uso de insumos químicos para la elaboración de pasta básica de cocaína”.
Alertó que adicionalmente la juventud está siendo involucrada en esta cadena que incluye la producción de coca ilegal, el proceso de fabricación de la droga, traslado, el sicariato e inclusive enrolándose en las filas de Sendero Luminoso. «Y lo más preocupante es que muchos jóvenes están incursionando en el consumo de las drogas”, sostuvo.
Lo que debe hacerse
El analista señaló que para combatir el narcotráfico debe implementarse una estrategia integral que busque reducir los cultivos ilegales de la coca y emprender programas de desarrollo alternativo a la par que se resuelven los problemas de infraestructura, salud, educación, lo que implica una mayor inversión de la cooperación internacional y del Estado.
“Esta además debe estar acompañado por la labor de las Fuerzas Armadas, derrotar a los remanentes de Sendero Luminoso, controlar los insumos químicos (que utiliza el narcotráfico), programas de erradicación y destrucción de las pozas de maceración» indicó.
En el caso concreto del VRAE estimó que antes de iniciar un programa de erradicación, debe impulsarse antes un mayor control de insumos químicos que permitiría la caída de los precios de la coca y consecuentemente los propios agricultores serían los principales interesados en cambiar de producción.
“Pero allí el Estado tiene que actuar oportunamente. Por ejemplo, hay buenas noticias, debido a que se ha aprobado a través del Plan de Impacto Rápido 96 millones de soles para la lucha contra las drogas» recordó.
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