El director ejecutivo de CEDRO, Alejandro Vassilaqui, consideró que la reducción de los cultivos de hoja de coca que van al narcotráfico es de mucha importancia en la lucha contra las drogas, pues rompe el vínculo entre el campesino cocalero y los traficantes que los mantienen sumidos en la pobreza y la explotación en beneficio de su ilegal actividad.
En comunicación telefónica con el programa Diálogo Ciudadano, que emite INFOREGIÓN los fines de semana, Vassilaqui recordó, en ese sentido, que el productor de hoja de coca no es rico, sino por el contrario es muy pobre, por lo que es obligación del Estado darle mejores posibilidades de llevar una calidad de vida digna y lejos de lo ilegal, a través del desarrollo alternativo.
«La erradicación debe estar seguida de un proceso diferente de desarrollo, es decir, debe estar concatenada con un proceso de desarrollo diferente hacia la vida legal», declaró a nuestra agencia de prensa.
No a legalizar comercio de drogas
El director ejecutivo de CEDRO destacó también el hecho de que casi el 90 por ciento de los peruanos rechaza la propuesta de legalización del comercio de drogas, tal como refiere una reciente encuesta nacional.
«El 90 por ciento de la población comprende que no es posible [legalizar el comercio de las drogas], en base a un supuesto derecho individual de consumir lo que les dé la gana y de que les pase lo que les dé la gana», sostuvo al recordar que el 15 por ciento de los que consumen alguna droga cocaínica cae en adicción.
«Eso significa que las drogas cocaínicas no reconocen dosis y, por su naturaleza, llevan a muchos a cometer crímenes, destrozar hogares y causar problemas más graves. Entonces, frente al derecho individual, se encuentra el derecho de las familias y el de la comunidad. Por lo tanto, tiene que haber un equilibrio que pasa porque los ciudadanos de este país acepten las leyes del país y se comporten legalmente», expresó.
Finalmente, Vassilaqui destacó el hecho de que, pese al crecimiento poblacional y al aumento del nivel económico de la población, el consumo de drogas no haya crecido más en los último años. No obstante, manifestó su preocupación por el hecho de que esto no sea así en zonas cercanas a cuencas cocaleras. «Cada vez es más cierto que el que lo produce lo consume», precisó.