Las lluvias torrenciales originaron el desborde del río Pichari, en el valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, que arrasó más de 100 viviendas en el sector San Juan de la Frontera, y dejó en total unas 300 familias damnificadas y numerosas hectáreas de cultivos arrasados.
Las personas que lo han perdido todo, se encuentran refugiadas en la escuela de la zona a la espera que las instituciones del Estado trasladen alimentos, carpas, ropas y medicinas.
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