A siete días del inicio de la paralización decretada por un sector de los campesinos cocaleros del Alto Huallaga, ya se comenzaron a sentir los efectos negativos para la población del centro poblado menor de Santa Lucía y alrededores. Los precios de los productos de primera necesidad siguen incrementándose ante el sobresalto de las amas de casa mientras que en algunas tiendas ya se teme un inminente desabastecimiento de productos de primera necesidad si en breve no permiten el paso de camiones. En las calles de la ciudad se amontonan los vehículos de carga pesada que deberían transportan los productos de la empresa Palmas del Espino y que ahora no pueden moverse por el temor a los bloqueos. Por otra parte, los postulantes a la Escuela Técnico Policial tienen serias dificultades para presentarse a los exámenes, observándose una baja inquietante en los negocios dedicados a servicios, como fotocopiadoras, estudios fotográficos, cabinas de Internet, restaurantes y alojamientos.