CEDRO advierte que escolares pueden adquirir drogas dentro de los colegios

La amenaza de las drogas sobre la población escolar ya no se limita a los alrededores de los centros educativos, sino también al interior de los planteles, según reveló un reciente estudio realizado en Lima por el Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (CEDRO).

El estudio –basado en una muestra de 1,572 escolares atendidos por el servicio “Lugar de Escucha” de Cedro- da cuenta también que la edad promedio de inicio en el consumo llega a los 13 años y que la marihuana es la droga más consumida por los adolescentes.

Alrededor del 20% de los entrevistados reconoció haber adquirido marihuana, cocaína, alcohol e inhalantes dentro y en los alrededores del colegio, informó Milton Rojas, especialista de Cedro encargado de la presentación del documento.

Precisó que de este total, el 5,2% de los entrevistados afirmó haber adquirido la droga dentro de su institución educativa, y el 15,2 % en los alrededores de su colegio.

La investigación da cuenta también que el barrio sigue encabezando la lista de lugares donde se puede adquirir drogas (37,4 %), seguido de las fiestas y reuniones sociales (22,9 %) y por vía “delivery” mediante el uso del Internet y la telefonía celular (10,5 %).

Esta última forma de compra de drogas ha experimentado un crecimiento preocupante, dado que es más difícil de identificar a los delincuentes que ofrecen las sustancias ilegales, indicó.

Rojas dio a conocer también que el 71% de los escolares entrevistados afirmó haber consumido marihuana entre siete meses y dos años, mientras que el 85% de los investigados dijo que consumió con una frecuencia de entre una vez por semana y una vez al mes.

Asimismo, el 56,2 % de los escolares que reconoció que consume marihuana refirió que consumía entre 10 y 30 “pitos” al mes.

El especialista indicó que si bien la muestra del estudio se concentra en una población cuyas edades fluctúan entre 15 y 18 años (81,4%), hay también consumidores de 13 y 14 años (5,8%) y de 19 a más años (12,8%).

Sobre el tipo de droga consumida, el estudio señala que la marihuana ocupa el primer lugar (54 %), seguido de la cocaína (18%), y el éxtasis (9%). La edad promedio de inicio del consumo en el caso de la cocaína llega a los 14 años, mientras que en el caso del éxtasis bordea los 15 años.

Otro dato revelador del estudio es que el 20% de los escolares admitió que alguna vez se “hizo la pera” -es decir salió de casa rumbo al colegio, pero no entró al plantel-, mientras que el 9,2% señaló que lo hizo menos de diez veces y el 5,2% más de diez veces.

Rojas comentó que el comportamiento problemático predominante asociado al consumo de drogas en la población escolar, según el estudio, se expresa en problemas con los padres (26,8 %), problemas de comportamiento en el colegio (24,3 %), bajo rendimiento académico (18,8 %) y mentiras frecuentes (13,9 %).

Refirió que los estudiantes que formaron parte del estudio fueron derivados a Cedro por las Unidades de Gestión Educativa Local (Ugel) y por las mismas escuelas.

“Esto nos habla de una identificación de problemas en el aula, en la escuela y de una respuesta, es decir, la derivación frente al problema. Debemos felicitar a las maestras y maestros y a los funcionarios de las Ugel por ello”, comentó al respecto la directora adjunta de Cedro, Carmen Masías.

Sin embargo, consideró que hace falta fortalecer la vigilancia y control por parte de las autoridades y de la propia comunidad educativa al interior de las escuelas para saber cómo ingresa la droga, dado que la posibilidad de adquirirla dentro de la escuela evidencia que existen cadenas de distribución muy bien montadas.

Aconsejó a los padres de familia que muestren mayor preocupación por el bienestar de sus hijos y no se desentiendan de su formación dejándole sólo a la escuela esa responsabilidad.

“Los padres deberían decirles a sus hijos que los aman y que están preocupados por la amenaza de las drogas y las serias consecuencias de consumirlas, por lo que tienen la plena disposición de escucharlos y orientarlos”, dijo.

“También es fundamental ser un referente positivo de los hijos evitando el consumo de alcohol, tabaco u otras drogas lícitas que pueden llevar al consumo de drogas ilegales como la marihuana y la cocaína”, manifestó.

Otro punto que destacó como importante es que los adolescentes practiquen deportes u otras actividades que signifiquen un desfogue de la energía propia de esta edad, y que los ayude a alejarse de las malas compañías.