La ciudad le dijo adiós a párroco Buenaventura Lavado

En una emotiva ceremonia dominical, el pueblo tingalés le dio la despedida a uno de sus párrocos más queridos, el reverendo Leonardo Buenaventura Lavado, natural de Tarma que trabajó desde hace seis años en esta región. Las autoridades municipales le otorgaron la ‘Medalla Cívica’, debido a su intenso accionar en la difusión del espíritu cristiano, en la solución de conflictos, y en obras más terrenales como la ampliación del local parroquial. Muchos asistentes recordaron las gestiones del padre Buenaventura, mediando en los paros cocaleros, apaciguando los ánimos durante los bloqueos de carreteras, rechazando el delito incluido el narcotráfico, e invocando desde su púlpito por la paz y la tranquilidad en la provincia de Leoncio Prado.

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