Para el analista Carlos Basombrío, el caso de los ‘pishtacos’ no solo ha ocasionado la separación del jefe de la Dirección de Investigación Criminal, DIRINCRI, Eusebio Félix Murga, sino que ha afectado la imagen internacional del Perú y ha dejado al ministro del Interior, Octavio Salazar, en una posición muy incómoda.
“Al final se ha probado lo que todos dijimos, que era una absurda y absoluta invención por parte de la Policía, que fue difundida y asumida como cierta por el ministro del Interior. No creo que el director de la DIRINCRI se atreva a inventar una patraña de esa naturaleza sin autorización del sector”, señaló.
El ex viceministro del Interior precisó que detrás de esta “invención tan grotesca hay un intento de cortina de humo generada directamente por el Ministerio del Interior”.
Consideró que el ministro Salazar ha quedado completamente deslegitimado para su cargo, porque “ha dejado al Perú como un país de salvajes ante el mundo”. “Es una vergüenza lo que ha ocurrido”, agregó.
Según Basombrío, la historia de los ‘pishtacos’ habría sido un intento para ocultar las ejecuciones extrajudiciales en Trujillo, un caso que denunció el periodista Ricardo Uceda, quien consultó con el ministro Salazar la información de la que disponía.
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