La Asociación de Estados del Caribe aboga por aliviar la pobreza a través del ecoturismo

(Europa Press) La directora de Turismo Sostenible de la Asociación de Estados del Caribe (AEC, Jasmin Garraway, aboga en un reciente artículo por esta industria en la lucha contra la pobreza por tener «excelentes oportunidades para el alivio de ésta». Pese a ello, algunos de los principales desafíos, señala, «radican en compatibilizar los ingresos por turismo con la elevada tasa de llegadas turísticas y la generación de beneficios directos para los más pobres». En el artículo, recogido por *Caribbean News*, la experta señala que «existen una serie de temas a considerar en el tratamiento del alivio de la pobreza a través del turismo, entre ellos, el desarrollo de alianzas entre organismos gubernamentales, no gubernamentales, privados e internacionales; el empoderamiento de los pobres y la creación de acceso a oportunidades en la industria»; además de la reducción de pérdidas y la mejora de los vínculos con otros sectores y el análisis del impacto económico de la industria. Un desafío importante se plantea al integrar el turismo con otros sectores con vistas a reducir fugas y fortalecer vínculos. Desafortunadamente, «muchos proyectos turísticos experimentan un alto porcentaje de fugas económicas», recuerda la experta.
A su juicio, el precio de adoptar el camino de la sostenibilidad en el desarrollo del turismo «es demasiado elevado», en particular para los países en desarrollo. Precisamente, durante las últimas dos décadas, el *ecoturismo* se ha perfilado como «un importante agente catalizador de la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible», recuerda, confiando en que «un enfoque colaborativo de la sostenibilidad transforme al *ecoturismo* en una fuerza dinámica de cambio en el desarrollo sostenible».
CRECIMIENTO IMPARABLE
Respecto al crecimiento del sector, en general, y según el Instituto de Recursos Mundiales, a comienzos de 1990 el turismo crecía a una tasa del 4% anual. Entre 1990 y el 2002, las llegadas turísticas internacionales aumentaron un 54% a nivel mundial, y la Organización Mundial del Turismo (OMT) calcula que las llegadas turísticas superarán los 1.000 millones en todo el mundo antes del año 2010. «El turismo es una de las industrias que más rápido crece en todo el mundo, aun cuando todavía se encuentra en etapa embrionaria de desarrollo», recalca Garraway. También se dice que el *ecoturismo* es uno de los segmentos de esta industria que evoluciona con más rapidez. Aunque sus cifras son difíciles de recoger, la OMT calcula que el gasto mundial en ecoturismo crece sostenidamente un 20% cada año, aproximadamente cinco veces la tasa de crecimiento de la industria del turismo como un *todo*.
El aumento de la demanda de este tipo de turismo responsable y ecológico puede atribuirse en parte a la ola de conciencia ambiental generada en todo el mundo. Durante los últimos diez años, los estudios registran un cambio en las preferencias, favoreciéndose destinos basados en la naturaleza o en países en desarrollo frente a los destinos europeos tradicionales. El *ecoturismo* «conserva el Medio Ambiente, mejora el bienestar de las comunidades locales y promueve la propiedad local. Asimismo, está dirigido a minimizar los impactos socioculturales y ambientales negativos y contribuye a la conservación de la biodiversidad». Estos principios clave hacen del *ecoturismo* «uno de los tipos más deseables de actividad turística, al estar vinculado a la sostenibilidad, que debería ser el objetivo de la industria turística en general», señala la experta.
A su juicio, «cuando se le compara con otros sectores, el *ecoturismo* es también el tipo de turismo que presenta unas de las mejores oportunidades en términos de impactos directos y a largo plazo que se generan en comunidades de escasos recursos». A nivel mundial, cerca de 1.200 millones de personas viven en condiciones de extrema pobreza, un tema central entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio acordados por 191 Estados miembros de las Naciones Unidas. El objetivo es el de reducir a la mitad el porcentaje de personas con ingresos inferiores a un dólar por día antes de 2015.